28 años. Suboficial de la Marina. Cabo principal. Fue asesinado por elementos “gorilas” de la misma Arma cuando se opuso al alzamiento de militares insurrectos para derrocar al general Perón, presidente constitucional de los argentinos. Ocurrió el 18 de septiembre de 1955, en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. El mismo nombre y apellido figura en el listado que en 2019, el Archivo Nacional de la Memoria presentó bajo el título de “Investigación Documental. Golpe de Estado de Septiembre de 1955”. Más datos sobre este caso, en diario Clarín de fecha 19-9-2010, “Ayer se cumplieron 55 años y Alfredo Spera sigue buscando la respuesta. En ese tiempo interminable hizo todos los trámites posibles. Se presentó en organismos de Derechos Humanos, en el Ejército y en distintos juzgados. Habló con compañeros de armas de su tío y sólo pudo conseguir una declaración escueta: ‘Se insubordinó, un oficial hizo uso de su arma y lo ejecutó”. Es todo. Así de crudo, así de duro. La partida de defunción dice que el 18 de septiembre de 1955, el entonces cabo principal maquinista Miguel Ángel Spera, del Crucero 9 de Julio, murió. El buque estaba navegando y un mes después, a su regreso, le entregaron el cadáver a su hermano. Marino como su padre, y de carácter fuerte, Spera vivía en Capital Federal, tenía 27 años y medía casi dos metros. Algunos de sus compañeros escucharon el tiro y recuerdan cómo quedó manchada con sangre la pared. Alfredo, su sobrino, recuerda que el buque estaba en alta mar cuando llegó la orden del entonces almirante Rojas, quien -dice- ordenó desviarse y ‘bombardear Mar del Plata’. Hay que entender el episodio en el contexto histórico: el derrocamiento del presidente Juan Domingo Perón. Su relato agrega que el cabo principal Spera se opuso con vehemencia y no acató la orden. Y como aquella historia nunca confirmada, pero tampoco desmentida, hoy su sobrino se pregunta: ¿Lo mataron por ser peronista?”.