Roberto
Baschetti

Fiorito, Miguel Ángel

Nació el 6 de marzo de 1955. Fue militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en el Colegio Nacional de San Isidro, provincia de Buenos Aires. El gran amor de su vida fue Susana Oliver (ver su registro. Fueron pareja). Comenzó su servicio militar obligatorio en marzo de 1976 siendo destinado al Batallón de Arsenales 601 “Esteban de Luca” ubicado en Boulogne, partido de San Isidro, provincia de Buenos Aires; como bien explica José Luis D’AndreaMohr –valiente ex capitán del ejército argentino ya fallecido- cabecera del Área 111, operadora de los centros clandestinos de detención “Pozo de Quilmes” y “Puesto Vasco”. Miguel Ángel cumplió con el período básico de instrucción y fue designado por sus cualidades, asistente del teniente Cinto Courteaux. El joven salía todas las tardes y dormía en su casa. El 12 de julio de ese mismo año por la mañana salió hacia el cuartel como siempre, pero por la tarde no regresó a su casa y al día siguiente la familia recibió un llamado del teniente antes nombrado, quien les aseguró que Miguel Ángel había salido franco la tarde del día anterior pero que no había regresado. A partir de ese momento los padres hicieron lo imposible para obtener respuestas por la desaparición de su hijo, declarado desertor por el Ejército; en tanto que el habeas corpus que presentaron fue rechazado por el Juzgado Federal de San Martín. Desapareció de la faz de la tierra. Pero el tiempo a veces da respuestas. En un juicio que tuvo lugar en el año 2013 se confirmó que Fiorito, había sido “chupado” por sus propios superiores militares aquel 12 de julio de 1976 y que fue atormentado mediante la aplicación de descargas de corriente eléctrica que terminaron provocándole la muerte. Durante el juicio, Marcelo Noguer aseveró que se conoció con Miguel Ángel un tiempo antes de entrar al servicio militar y que ambos militaban en Montoneros. “El objetivo al ingresar era obtener información de la estructura del aparato represivo”. El testigo contó que en febrero de 1977 acorralado y sabiendo el fin que había tenido Fiorito, se exilió en el extranjero hasta 1984, volviendo tras la recuperación de la democracia. Al terminar su declaración, Noguer expresó: “Yo me he sentido acompañado por Miguel (Fiorito), por Ricardo (Osatinsky), por mi hermana (María Fernanda Noguer. Ver su registro) y por los miles de chicos que fueron generosos, lúcidos y valientes ante la injusticia, y que no tuvieron la oportunidad que tiene hoy sus cobardes verdugos”. Las autoridades militares a cargo de la unidad donde revestía como conscripto Miguel Ángel Fiorito, al momento que este es secuestrado, eran: Jefe de la unidad el coronel Eduardo Abud. Segundo Jefe el mayor Pablo Skalany; Comandante de Zona, el general Carlos Suárez Mason y Comandante de Subzona, el general Adolfo Sigwald.