25 años. Militante de Juventud Peronista y Montoneros. Empleado en Gas del Estado. Secuestrado-desaparecido el 10 de julio de 1976 en calle Argentina Nº 544, Castelar, partido de Morón, provincia de Buenos Aires. Previamente, los invasores ataron a su familia, la interrogaron, le pegaron a su hermana, destrozaron la casa y se robaron todo lo que pudieron. El 7 de agosto de 1976, a las dos de la mañana, su cuerpo apareció junto al de Irma Noemí Tardivo (ver su registro), en la intersección de la Ruta 27 y arroyo de La Ñata, en Tigre, provincia de Buenos Aires. Los dos fueron enterrados como N.N. en el cementerio municipal de Benavídez y luego trasladados a un osario común en 1982, por lo que no se pudo recuperarlos; aunque la identificación fue confirmada por comparaciones dactiloscópicas llevadas a cabo por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Su caso y el de tantos otros compañeros de la zona Oeste del Gran Buenos Aires están contemplados en el creativo y sentido film de Alejandra Almirón, hecho en 2005 y titulado “El tiempo y la sangre”. La madre de Alejandro fue una de las primeras “Madres de Plaza de Mayo” que reclamó por aparición con vida de su hijo y los otros 30 mil desaparecidos, hasta que más acá en el tiempo, un accidente automovilísitco acabó con su vida.