Roberto
Baschetti

Artieda, Rómulo Gregorio

Nacido en Bella Vista, Corrientes, el 13 de agosto de 1954. Concurrió a la Escuela Nº 3 del Centenario (primaria) y a la Escuela Normal de Maestros “José M. Estrada” (secundario). Febrero de 2008. “La novena jornada del debate oral de la Causa RI9 se inició con el testimonio del médico policial que certificó la muerte de Rómulo Artieda y otros jóvenes cuyos cadáveres fueron encontrados flotando en el Río Paraná, tras ser arrojados vivos y con sendos cortes desde la altura de la pelvis hasta el esternón según refirió el médico, tan longevo como lúcido y memorioso. Fue impactante dijo, lo recuerdo perfectamente. Los cortes fueron hechos por manos expertas –presumiblemente un médico- debido a que no interesaron órganos internos y fueron arrojados vivos a las aguas del implacable Paraná, donde probablemente hayan muertos por enfriamiento o asfixia por inmersión”. Rómulo Gregorio Artieda tenía 22 años al momento de su asesinato. Este joven de tez blanca, cabello castaño oscuro y ojos verdosos, estudiaba Abogacía en la UNNE y militaba en el peronismo montonero. Había sido secuestrado en la estación de trenes de Burzaco, Buenos Aires, por personal del Ejército, el 14 de mayo de 1977. En junio de ese mismo año fue llevado en cautiverio al regimiento de Corrientes arriba citado. Según investigaciones llevadas adelante por el hermano de Artieda en dicho cuartel actuaban en “Inteligencia” el mayor De la Vega y el subteniente Julio Rafael Barreiro, éste último luego encontrado culpable del asesinato del militante, en un fallo dado por la Justicia Federal. Según los militares tomó parte de la operación que Montoneros llevó adelante con el fin de copar el Regimento de Infantería de Monte 29 de Formosa, el 5 de octubre de 1975. Un compañero de cautiverio que sobrevivió cuenta emocionado que Artieda le dijo: “Si ves a mi mamá decile que la quiero mucho”. Tras dos años de estudio, el 2 de agosto de 2007, se logró identificar el cuerpo de Rómulo Artieda desaparecido durante la dictadura militar, gracias al extraordinario trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Sus restos de ahí en más, encontraron descanso final en el Memorial del Desaparecido Correntino, donde fueron depositados luego de estar como detenido-desaparecido durante 31 años. Con la vuelta de la democracia, en un acto oficial se impuso una calle con su nombre en los barrios Ponce y Santa Rita de Corrientes. La madre de Artieda; María Esther Galarza fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y falleció sin poder reencontrarse con su hijo al que tanto buscó.