Roberto
Baschetti

Moncalvillo, Domingo Héctor

“El Mono”. Nacido el 11 de abril de 1946. Estudiante de Medicina en la UNLP, militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). A la edad de 30 años fue secuestrado en las inmediaciones de la estación de trenes del FF.CC. Roca de La Plata, el sábado 18 de diciembre de 1976, por la mañana, cuando iba a comprar el diario. Fue llevado y torturado en la Comisaría 5º de esa ciudad platense durante 11 días para luego ser trasladado al CCD Brigada de Investigaciones de la Plata (Robos y Hurtos). Moncalvillo formó parte de un grupo de 7 detenidos que prestaba colaboración a las fuerzas represivas a cambio de mejores condiciones de detención, la posibilidad de obtener salidas transitorias y visitas familiares y una promesa de futura libertad. Entre sus funciones estaba la de efectuar curaciones a los otros “desaparecidos” y calmar su sed, pero también participar en el interrogatorio a otros detenidos. Él y los otros seis colaboradores eran visitados diariamente por el sacerdote von Wernich (capellán policial) quien actuaba como intermediario con sus familias. Dicha relación se terminó abruptamente el 30 de noviembre de 1977, cuando al concurrir las familias a las dependencias policiales, les dijeron que los detenidos habían partido del lugar. Aparentemente las autoridades policiales les habían dado una opción a los detenidos: ir a la cárcel por cinco años o salir del país. Los detenidos eligieron la opción de salir. Antes de irse, von Wernich les hizo una despedida y los bendijo. Según la declaración del ex agente de la policía de la provincia de Buenos Aires, Julio Alberto Emmed, frente a la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), antes del “traslado” (eufemismo que esconde el asesinato), el jefe de la Policía, general Ramón Camps y el director de Investigaciones, comisario Miguel Etchecolatz, le preguntaron a él, en presencia de Christian von Wernich, si tenía fuerza suficiente para desmayar a una persona con un golpe, refiriéndose a Domingo. Moncalvillo fue trasladado en un auto junto a Carmen Morettini y Cecilia Idiart (ver sus registros). Durante el camino, Emmed le dio un golpe de judo a Domingo, tratando de desmayarlo, pero le pegó mal y Domingo siguió lúcido por lo que el otro policía que acompañaba sacó su pistola y Domingo trató de sacársela; allí Emmed siguió dándole golpes con la culata de su revóver, hiriéndolo mal y dejando a todos manchados de sangre. Llegaron así a un descampado donde los aguardaba el médico policial Bergés. Allí tiraron a los 3 cautivos al pasto y Bergés aplicó 2 inyecciones de veneno en el corazón a cada uno. Sus restos mortales aparentemente fueron quemados.