Roberto
Baschetti

Garat, Eduardo Héctor

Nacido el 27 de noviembre de 1945 en Rosario. Su padre era escribano; su madre docente. En su temprana juventud del colegio secundario, participó desde el centro de estudiantes, en las luchas de laica o libre, manteniendo un pronunciado y claro posicionamiento en pos de la laicidad de la educación. Fue secuestrado-desaparecido en la madrugada del 13 de abril de 1978 en la esquina de Santa Fe y España, de esa misma ciudad portuaria. Casado con Elsa, tenía 33 años y 3 hijos (Florencia, Santiago y Julieta). Abogado, escribano y docente universitario en Comunicación Social en la U.N.R. En un principio había estado en la dirección nacional de Franja Morada (1967-68, cuando ésta era bandera de lucha contra las dictaduras y no feudo de militantes radicales rentados), junto a Enrique Pankoni (ver su registro). Defendió presos políticos en dictaduras anteriores. Participó en la Comisión Investigadora por la desaparición de Ángel “Tacuarita” Brandazza, el militante del Peronismo de Base, “chupado” en noviembre de 1972, una práctica represiva, por aquellos momentos selectivamente empleada por los militares. Fue miembro de los Equipos Técnicos Políticos del Justicialismo en 1972-73. Militante de Juventud Peronista (JP) fue detenido (y luego liberado) en 1974 por pegar carteles en la vía pública de repudio al gobierno entreguista de Isabel Martínez. Eduardo Héctor, desde su creación, se sumó a las filas rosarinas del Partido (Peronista) Auténtico integrando al mismo, las posiciones de Montoneros para la coyuntura. En 2006 la agrupación de Derechos Humanos HIJOS publicó un libro inédito de su autoría que tiene por tema la Constitución Nacional reformada por el Peronismo en 1949, centrando su ensayo en la relación que hay entre Constitución y Poder Popular. Un nuevo testimonio que data del 19 de noviembre de 2023, indica, que Garat, fue asesinado en una sesión de tortura en la que estaba presente el militar Juan Amelong, su secuestrador y además un torturador y represor que tiene cinco condenas, tres de ellas a prisión perpetua, y que la vicepresidenta Victoria Villarruel (de “La Libertad Avanza”) pretende liberar por “inocente”.