Ubiquémonos en el tiempo. 4 de septiembre de 1987. 4,40 de la madrugada. Esa noche jóvenes peronistas –muchos de ellos integrantes de la Agrupación “Felipe Vallese”- realizaban una pintada de carácter político en el marco de las elecciones venideras. El lugar elegido, la esquina de Luján y Achával, Remedios de Escalada, zona sur de la provincia de Buenos Aires. También tapaban con sus propios carteles los de la oposición oficialista. En un momento fueron acorralados y atacados por gente del radicalismo que se movilizaba en varios autos. Como resultado de la “apretada”, Alfredo Genovesi, “El Geno”, estudiante universitario y militante del peronismo revolucionario, fue baleado en la cabeza y perdió su vida. Otro compañero, Juan Carlos Machado, también herido de bala, fue internado en el Hospital Fiorito en grave estado, pero sobrevivió. Entre los atacantes que hicieron rodilla en tierra y dispararon a mansalva, estaba el concejal del radicalismo Horacio Bontempo. Los restos de Genovesi fueron inhumados en el cementerio de Lomas de Zamora ante más de un millar de personas que cubrían tres cuadras de extensión y eran precedidos por seis coches porta-coronas. Su padre, también llamado Alfredo, no sólo era abogado y profesor universitario, sino también –mueca trágica del destino- secretario de Prensa del candidato a Intendente de Lanús por la Unión Cívica Radical al momento de los hechos. En el excelente libro “Resistir y Vencer”, de Sozzani y Cornejo, editado en 2018, se asegura que Genovesi, militaba en una misma Unidad Básica de Lanús, junto a su amigo Roberto Baradel, quien en 2004 llegaría a ser secretario general de SUTEBA y hoy en día es paradigma de todas las luchas docentes contra el rapaz neoliberalismo, representado por Macri y sus secuaces.