Roberto
Baschetti

Gómez García, Carlos Enrique

Por su cara de oriental le decían “El Japo”. Finalizada la primaria hizo algunos cursos de arreglos de radio y TV para luego volcarse de lleno a estudiar Enfermería. Trabajaba en hospitales y siempre estaba al servicio de los demás. Inés, su hermana, lo recuerda así: “Carlos Enrique era el responsable de la Unidad Básica de la calle Golondrina, Barrio San José, Temperley. Lo recuerdo desde mi corta edad de 13 años, subido a un carro, convocando a los chicos para que reciban juguetes en el día del niño o de reyes. La gente del barrio lo quería muchísimo. Él se encargaba de conseguir leche en polvo Nido para los vecinos más necesitados. Nuestra habitación estaba repleta de mercadería, teníamos que sacar las camas y dormir en otro lado, porque no había espacio. Repartía todo lo que conseguía, en el barrio”. Estuvo 8 meses de novio con Liliana Amarillo (ver su registro). Se casaron con 18 años y se fueron a vivir a Avellaneda, pero luego se volvieron para Temperley. Una patota militar molió a palos a su madre para que diera la dirección de Carlos Enrique. Y ella nada, hasta que la amenazaron con llevarse otro hijo de ella mucho más chiquito. Lo fueron a buscar el 20 de febrero de 1977 y desde entonces, como su compañera, está secuestrado y desaparecido.