Nacido en San Jorge, partido de Laprida, provincia de Buenos Aires. Trabajó desde los 15 años en tareas rurales sufriendo abusos laborales y malos pagos por sus tareas. Eso lo llevó a organizar a su gente. Proveniente de una separación del Partido Socialista, recaló en la Juventud Peronista y ya en 1972 fue detenido unos días con otros jóvenes de la misma agrupación, por volantear en un desfile de la guarnición militar local en el pueblo de Olavarría; ese y otros actos, lo convirtió en un dirigente histórico de la JP local. Activo gremialista de los trabajadores de los hornos de ladrillos en esa localidad de la provincia de Buenos Aires conformó la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) con el fin –entre otras cosas- de que esos trabajadores ya no realizaran sus tareas a la intemperie, con los pies descalzos en el barro y si, con un convenio de trabajo que los amparara e hiciera respetar sus derechos. Casado con una maestra rural (Blanca Rodríguez) tuvo 4 hijos. Un mes después del golpe del 24-3-76, su casa en Barrio Sarmiento, Olavarría, fue allanada por tropas del Ejército, no lo encontraron, pero en represalia quemaron su Volkswagen “escarabajo” con el que recorría las distancias entre los hornos de ladrillos y secuestraron a su madre, quien debió soportar entre otras penurias simulacros de fusilamiento con la idea de que él se presentara para canjearlo por su progenitora. Eso hizo su hijo, el 12 de mayo de 1977, entregándose en el regimiento local a cargo del Teniente Coronel Aníbal Verdura quien se comprometió a tratarlo bien y darle un juicio justo si era encontrado culpable de algo. Sin más, una vez ingresado al cuartel fue “interrogado” y torturado 2 meses sin parar, lo que provocó la paralización de su cuerpo producto de la picana y una aguda depresión que lo persiguió de por vida. Encima fue presentado a los medios (revista “Gente”) como un caso de “trato especial de recuperación y contacto permanente con su familia” por haberse presentado voluntariamente; una hijoputez más de la dictadura cívico-militar por donde se la mire. Recupera recién la libertad en Navidad de 1982, con la salud física y mental deteriorada y siempre se sintió responsable de aquella “presentación voluntaria” que le armaron. Trató de reinsertarse en la militancia política –Partido Intransigente primero, Partido Justicialista después- sin mayores logros. Fundó la Sociedad de Fomento “10 de Junio”, construyendo una sala de primeros auxilios y la plaza del barrio. Falleció en enero de 1998.