Roberto
Baschetti

López Muntaner, Francisco Bartolomé

Tenía 16 años. Privado de su libertad el día 16 de septiembre de 1976, en su domicilio de calle 7 N° 2123 de La Plata por civiles armados encapuchados que se identificaron como pertenecientes al Ejército Argentino. Entre ellos estaban dos integrantes de la banda de ultra derecha y nazi-fascista, Concentración Nacionalista Universitaria (CNU): siendo uno de los mismos luego identificado como Patricio Errecalde Pueyrredón. Fue visto en el CCD “Pozo de Arana” y “Pozo de Banfield” antes de su asesinato. Francisco “Panchito” Bartolomé López Muntaner, es uno de los chicos mártires que tuvo “La Noche de los Lápices”. De piel morena y pelo negro, nació el 7 de septiembre de 1960 en el seno de una familia peronista. En el colegio primario fue elegido varias veces como el mejor compañero. En los primeros cuadernos que dibujó y pintó quedaron como testigos de su temprana inquietud por lo social, indígenas, negros y mulatos combatiendo. Es que él mismo, para todos, tenía cara de indio. Le fascinaba la mitología griega y construir silogismos tales como: “¿Si los griegos inventaron la democracia y adoraban tantos dioses, porqué nosotros debemos tener uno sólo si queremos ser democráticos?”. A los chicos del barrio les organizaba jornadas de pesca en el arroyo instalado en 79 y 80, les enseñaba a jugar al ajedrez y los ayudaba con sus deberes del colegio. Era hincha de Gimnasia y Esgrima de La Plata. También tenía una relación particular con los animales domésticos: su perro Coli sólo le obedecía a él; y cuando tomaba la merienda o comía, “Panchito”, abría la jaula de la cocina y el canario caminaba suelto a su lado sobre la mesa. Practicó el deporte de la ovalada en el Albatros Rugby Club. En 1974 asumió su compromiso político y comenzó a militar en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), desde el colegio de Bellas Artes platense, en donde fue becado, por ser hijo de familia numerosa, ya que tenía cinco hermanos. Se hizo íntimo amigo de María Claudia Falcone y con ella organizó a los chicos del colegio en un sinnúmero de actividades políticas, deportivas y sociales. También ayudaba a su padre en un pequeño almacén familiar de despacho y venta al público. Cuando fue “desaparecido” estaba leyendo “La Formación de la Conciencia Nacional” de Juan José Hernández Arregui. Toda una definición… Cabe acotar que, en la ciudad de Villa Mercedes, San Luis, por ordenanza Nº 1362-o, del 20 de agosto de 2002, hay una calle con su nombre. Cuando uno dice y afirma que la última dictadura que padecimos fue cívico-militar, es porque habla con propiedad. El siguiente entrecomillado está sacado del libro sobre vida y obra de María Claudia Falcone, editado en 2017 y cuyo autor es Leonardo Marcote. Afirma, hablando de profesores y represores a la vez: “Ricardo Peláez, profesor de Historia, ‘siempre bajaba línea sutilmente y recomendaba no meterse en nada raro’. Recuerdo con mucha indignación los días posteriores al 16 de septiembre del ’76 cuando Peláez pasaba lista y nombraba a Francisco ‘Pancho’ López Muntaner (que dicho sea de paso era un muy buen alumno de Historia y confrontaba ideas con Peláez, cosa que a este no le gustaba); repito, pasaba lista y al nombrar a ‘Pancho’, decía ‘¿otra vez ausente?’ avísenle que, si sigue faltando se va a quedar libre’. Lo decía con una especie de sonrisa en la cara, el muy cínico. Ese profesor era del grupo de confianza de la rectora Susana Fittipaldi de Gallo, esposa del médico veterinario Guillermo Gallo, rector de la Universidad Nacional de La Plata desde septiembre de 1976 hasta 1983”. Cabe recordar que oportunamente esta señora dijo sobre el rol de su marido: “Gracias a Guillermo se limpió de zurditos la universidad”.