Sus primeros pasos en la política van de la mano de la Resistencia Peronista. Funda el Partido Justicialista de Villa de Mayo en General Sarmiento, provincia de Buenos Aires en 1961. Un año más tarde, en 1962, activa de lleno en la campaña electoral para que sea gobernador de Buenos Aires el candidato peronista, Andrés Framini. Este triunfa, pero no se reconoce el resultado electoral. Los militares dan un golpe de Estado. Cuando aún el peronismo era mala palabra en los ámbitos académicos –por los ’60-, Florencio construye un frente universitario de ese signo a través de la creación de la Agrupación Nacional de Estudiantes (ANDES) parte luego de la proto JUP. Ya para entonces Tancoff sobresalía como un lúcido intelectual, arrojado y resolutivo. De esa época es la creación, de la que toma parte, de la revista universitaria “4161” en clara alusión al número de decreto que prohibía a Perón y el peronismo en Argentina. Por la toma de un establecimiento universitario (rectorado) se lo detiene y el Poder Ejecutivo Nacional lo encarcela tres meses en Devoto (8-7-69). Tancoff fue luego la persona indispensable –en lo político y en lo militar- que tuvo a su lado Jorge Rulli cuando militaron juntos en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Rulli cae preso en 1967 y luego hay una operación fallida donde mueren dos de sus integrantes (Belloni y Frondizi, ver sus respectivos registros). Tancoff busca nuevos horizontes. Los encuentra en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a donde pasa a militar en la populosa zona de La Matanza en provincia de Buenos Aires. El mismo cuenta que dentro de esa organización, el 29 de mayo de 1972, en un nuevo aniversario del Ejército Argentino, asaltan la guardia de un cuartel de artillería en Ciudadela y se hacen de 21 fusiles FAL y 21 uniformes de los centinelas. En ese mismo año participa desde el exterior en el grupo de contención armado para facilitar la fuga de los presos políticos en Trelew; es un 15 de agosto de 1972. En la previa estuvo en el grupo a su cargo, de hacerse de automóviles y camiones en el gran Buenos Aires, para llevar al Sur y facilitar la fuga, que será frustrada por desinteligencias operativas. Cuentan que Tancoff había sido un experto cazador de puntería infalible y por eso, en aquella ocasión estaba a 200 metros del penal, mimetizado con un fusil, esperando como se desarrollaban los acontecimientos y poder actuar en caso de que fuera necesario. Abortada la fuga en gran parte, debió retirarse con otro compañero en automóvil, pero pierde el control del auto en el camino de ripio y da cuatro vueltas completas con el rodado, de costado, y no sufre heridas de mayor consideración. En el primer pueblo que encuentra, va un bar y pide un te caliente en tanto piensa como seguir adelante ya sin vehículo. Ahí mismo es interceptado por dos policías que sospechan de él y luego de un tiroteo, logra poner distancia de sus nuevos perseguidores. Exhausto se tira en el medio de la nada a reponer fuerzas y guiado por el reflejo de las luces (ya era de noche) aparece de vuelta en la ciudad de Trelew. Descubre una Unidad Básica y una mujer de ahí le hace contacto con los muchachos de la Juventud Peronista (JP) del lugar. Lo esconden en un taller mecánico cerca de un mes y luego lo pasa a buscar otro compañero de su organización y logra traerlo a Buenos Aires. En acto público, el lunes 12 de agosto de 2019, los “Compañeros de Utopías” lo distinguieron con un diploma, como “Patriota del Pueblo y de la Patria”. Florencio falleció en noviembre de 2021.