Oriundo de la provincia de San Luis, nacido en aquella provincia puntana, un 12 de febrero de 1943. Era Arquitecto (recibido en Rosario) y militaba en el peronismo montonero. Daba clases en la Universidad Tecnológica de Venado Tuerto (Santa Fe). A la edad de 34 años, fue secuestrado-desaparecido en su domicilio de la calle 1º de Mayo Nº 3223, Rosario, provincia de Santa Fe, un 28 de febrero de 1977 y asesinado el 17 de marzo del mismo año; luego macabramente sus restos trataron de calcinarlos en un automóvil. Sus hermanos lo recordaron con estas sentidas palabras en un obituario del diario matutino “Página 12” en el año 2002, en un nuevo aniversario de su desaparición: “Por pretender un mundo más justo. Por pretender erradicar los privilegios. Por pretender un futuro mejor. Por ser solidario. Por pensar y expresar sus ideas. Fue uno de los mejores entre nosotros…”. Trece años más tarde ante un nuevo aniversario del golpe militar, el 24 de marzo de 2015, Sara Ruffa, su hermana, en acto público en San Luis, expresó: “En una fecha tan cargada de significados profundos, he venido desde Buenos Aires donde vivo, para compartir este momento con todos ustedes y juntos homenajear a nuestro querido hermano. Aún conmocionada por la aparición de sus restos después de 38 años, Jorge Luis reaparece a cada rato en la memoria de lo cotidiano… Tan familiero que era, tan cariñoso y compinche… Jorge sin saberlo fue el que me enseñó a apreciar la música clásica, la cual escuchaba siempre a todo volumen, y fue de su mano, que aprendí a valorar la política. Los más cercanos recordarán conmigo las tremendas discusiones que se armaban en casa, con un Jorge, que lejos de cualquier forma diplomática, defendía con tremenda pasión cada uno de sus argumentos. Descubro ahora en estos días que su recuerdo y su compromiso no solo dejaron una marca profunda en nuestra generación, sino que nos trasciende y asoma en la camada que nos sigue, en nuestros hijos y sobrinos. Muchos de ellos no lo conocieron, pero igual recojen su legado y se emocionan al evocarlo (…) A pesar de las bombas, de los fusilamientos, no nos han vencido. Hoy más que nunca, junto a los 30 mil compañeros desaparecidos, querido hermano, estás más presente que nunca”.