Esta va a ser como tirar una botella con un mensaje al mar, pero a veces funciona. El domingo 19 de mayo de 2024 me escribió Miguel Horacio López Das Eiras para decirme: “Hola Roberto como estás… te quiero consultar si en tus archivos te aparece el nombre y otros datos de un combatiente peronista fallecido en 1984 u 85. Se llamaba Carlos Guillermo Calvimonti. Era nacido en 1932 en Frías, Santiago del Estero y al final de los ’50 se afincó en Moreno y luego tuvo su casa propia en San Antonio de Padua. Era cartero de oficio, le decían ‘El Negro Calvimonti’, estuvo casado y tuvo tres hijos con la primera mujer y otra hija con la segunda. Murió de 53 o 54 años y estaba ciego. Conozco a su hija Miriam, que tiene 62 años y me cuenta su historia, pero nunca pudo saber a qué organización perteneció. Me cuenta que era muy activo en la militancia; que estuvo en el ’73 en Ezeiza cuando volvió el General y lo molieron a palos. Sé que es difícil obtener datos, pero si conseguís algo, yo y su hija te lo agradeceremos”. Yo en mi archivo no tengo nada, ni su nombre. Pero la botella está lanzada. ¿Tendremos alguna respuesta?