Era “Camucha” para su abuela paterna. Su padre era ferroviario. María del Carmen nació el 25 de octubre de 1955 en horas del mediodía en el Hospital de Vera, provincia de Santa Fe. Era la menor de 3 hermanos. Ya de chica se preocupaba para que sus vecinos y compañeritos de colegio tuvieran útiles y zapatillas. De jovencita integra la comparsa Ferrumbá. En 1971 se traslada con su padre a Metán, Salta. Allí termina el secundario. Se emplea en un supermercado y sigue estudiando secretariado comercial donde se recibe con las mejores notas. A mediados de 1975 por las recomendaciones de un ex novio policía, ingresa como Agente en la Jefatura de Metán y a comienzos de diciembre del mismo año la trasladan a Orán, siempre en la provincia de Salta. Inquieta por la realidad social y la política –como se verá más adelante en el relato-, tenía muchos amigos y compañeros que empiezan a ser perseguidos y/o desaparecidos. Ella misma fue secuestrada para nunca más aparecer con vida, un 12 de julio de 1976, en la ya citada ciudad de Orán cuando tenía 20 años de edad. Marío su hermano nos aporta datos para entender lo sucedido: “Desde chiquita tuvo mucha personalidad. En 1973 se desarrolló mucha actividad política y se creó la Juventud Peronista. Nos reuníamos en un local que conseguimos y María participaba activamente. El lugar era frecuentado por Mario Monasterio –compañero del poder judicial quién aún permanece desaparecido- que era muy amigo de ella y también era muy amiga de Marcelo, un compañero que venía de Tucumán y era coordinador de base de la CREAR. Fue una época de gran efervecencia popular. Ella se sumaba a todas las iniciativas del cambio”. Su mismo hermano nos cuenta como reaccionó al enterarse que su hermana había conseguido trabajo en la policía, ya que había una vacante: “Este hecho me generó mucha preocupación, porque yo sabía que ella estaba en la J.P. de Montoneros y me parecía demasiado riesgoso”.