Estudió en la Escuela 18 General San Martín y en el Sindicato de Artes Gráficas (SAG); dos instituciones bahienses. Se casó muy jovencito con Vilma Denk y con ella tuvo cinco hijos. Como su padre y su tío trabajaban en ese establecimiento, desde 1963 fue trabajador gráfico (llegó a ser maquinista de la sección Imprenta) en el diario “La Nueva Provincia” de Bahía Blanca, el feudo de la familia Massot, partícipe y sostenedora de la última dictadura cívico-militar. Durante el tercer gobierno peronista, para el año 1975, se reanudan las negociaciones laborales y los trabajadores del matutino bahiense comienzan a exigirle a la dinastía patronal que se cumpliera con el convenio colectivo de trabajo, firmado por esta última pero nunca cumplido y respetado. Como los Massot siguen resistiéndose, se llevan a la práctica paros y trabajos a reglamento que dificultan la salida del diario. Enrique y otros compañeros quedan en la mira: un informe de inteligencia de Prefectura Naval de 1976, los sindica como “personal a ser raleado”. Cabe acotar que Enrique era un militante peronista, lo que muchas veces le ocasionó disgustos y enfrentamientos con su padre de origen radical que despreciaba a los sindicalistas y no veía con buenos ojos que su hijo participara en política como secretario general del sindicato gráfico local. A punto tal que este progenitor, fue acusado de rompehuelgas y carnero en más de una vez con anterioridad, siendo expulsado del SAG. Instalada la dictadura, la represión y el terror se instalan con fuerza en la ciudad y en el diario. Enrique Heinrich es secuestrado junto a su compañero de trabajo y acción gremial, Miguel Ángel Loyola por un grupo de tareas. Sus cuerpos, acribillados a balazos y torturados aparecen en el paraje “Cueva de los Leones” (Bahía Blanca) el 4 de julio de 1976. Enrique contaba con 31 años de edad y la policía encontró en uno de sus bolsillos un recibo de sueldo manchado de sangre, lo que aceleró el reconocimiento de sus restos. El diario “La Nueva Provincia” hasta el día de la fecha nunca hizo un homenaje (ni siquiera un reconocimiento) en memoria de estos dos trabajadores asesinados. Quien desee ahondar en la vida de este compañero recomiendo la lectura del libro “Historias aparecidas”, editado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Federación Gráfica Bonaerense en 2022, que entre las páginas 63 y 66 se ocupa de su persona, su vida y su militancia.