Roberto
Baschetti

Yacuzzi, Rafael

Nacido el 5 de mayo de 1934 en una familia tradicional y campesina de Las Mercedes, distrito de Villa Ocampo, departamento Santa Ana, provincia de Santa Fe. En 1949 al participar de un coro católico, en el santuario de la Virgen de Guadalupe, tuvo oportunidad de conocer a Evita. Sacerdote. Como integrante del Movimiento Obrero de Acción Católica (MOAC), trabajó en Reconquista con los obreros del surco, de los frigoríficos y la metalurgia, organizándolos en sus derechos conculcados. Es uno de los impulsores de la “Marcha del Hambre” en el norte santafesino, (participó de las Ligas Agrarias); y ya debe moverse en una semi-clandestinidad. Como fundador pasa a integrarse al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) en la diócesis de Santa Fe. En junio de 1969 le hace llegar en muy duros términos una carta abierta al dictador Onganía, en su carácter de argentino, de hombre y de sacerdote, que terminaba de este modo: “General Onganía. Sus armas ya no serán suficientes. La justicia que impulsa la lucha del Pueblo encontrará el modo de derrotar a sus fusiles. Dios se apiade de Ud.”. El 9 de marzo de 1972 fue detenido por “subversivo” y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), luego recuperó su libertad y fue amnistiado al año siguiente, por el presidente Cámpora. El mismo Rafael Yacuzzi cuenta una charla que lo marcó a fuego: “En un principio yo decía que era apolítico. Ni radical, ni peronista, ni nada…Hasta que un día un hachero, me pregunta: ‘¿Usted es peronista?’. ‘No’, le contesto. Y entonces me dice: ‘Qué raro porque usted actúa como peronista’. Es que él había descubierto algo muy simple: que yo estaba con el pueblo y el pueblo era peronista. Y entonces sí, opté por el peronismo. Un peronismo que no era tanto el Partido Justicialista sino el Movimiento Peronista de Liberación Nacional. Mi compromiso era con la revolución social (…) Dentro de los sectores populares hubo vanguardias, y uno las acompañó, porque no es justo proclamar y después esquivar el bulto cuando hay que jugarse”. En octubre de 1976 es nuevamente puesto a disposición del PEN por su compromiso inclaudicable a favor de los desposeídos: se lo acusa como colaborador de Montoneros. El 26 de mayo de 1977 es trasladado al Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal y posteriormente expulsado del país (Decreto Ley 1010/77). En 1977 Rafael tomó parte de la constitución del Movimiento Peronista Montonero (MPM) en Roma, en el exilio, siendo elegido vocal de su Rama Política y luego Miembro del Consejo Superior del MPM. Al regresar a la Argentina dejó de ejercer el sacerdocio y vivió como cooperativista en Villa Ana, Santa Fe, con su esposa, Nilda “Coca” Rapari y el hijo de ésta, Alejandro Lencina. Nuestro querido Padre Yacuzzi falleció de un cáncer galopante en el año 2001. Desde el martes 13 de noviembre de 2012, un tramo de la Ruta Provincial Nº 32, en el tramo que une Villa Ocampo con Villa Ana, lleva su nombre y apellido, en reconocimiento a la labor y militancia desarrollada en beneficio de los más pobres y necesitados de nuestra sociedad.