“Cacho”. Hermano de Jorge Alberto Quinteros. (Ver su registro). 37 años. Tres hijos: Andrés, Gabriela y Valeria. Su mujer se llamaba Betty. Era peronista y de familia peronista. Militante de la organización Montoneros. El 3 de agosto de 1978 lo secuestraron de su casa en Florida, Vicente López, provincia de Buenos Aires. Hermano de Jorge Alberto Quinteros (ver su registro). “Cacho” hizo la colimba en Marina, le tocó Aviación Naval, en el barrio nunca lo vieron con el uniforme porque lo odiaba, porque siempre recordaba lo profundamente antiperonista que era esa fuerza militar. Tenía carácter fuerte y mucho sentido del humor. Gustaba de vestirse bien y era muy de jugar con sus hijos y traerles golosinas. Recuerda Betty: “Los domingos iba hasta la pieza de los chicos y les decía ‘Está Papi’ y todos venían y se metían en la cama con él, yo compraba facturas y tomábamos mate y desayunábamos. Algunos domingos íbamos hasta la casa de sus padres en Villa Concepción y con su familia comíamos asado, que él mismo hacía. Como la casa tenía un fondo grande, a él le gustaba cortar el pasto”. Intelectual, gustaba de leer mucho. Era fanático del jazz y de Goyeneche. Cuando lo secuestraron estaba estudiando para Contador en la Universidad de Belgrano ya que en la empresa le pagaban la carrera porque él tenía mucha experiencia y capacidad en el trabajo contable. Con anterioridad trabajó en Editorial Codex y siempre ayudó y dio una mano –inclusive con su profesión- a todos los compañeros que lo necesitaron. Luis Cufré compañero y amigo dice que “era la bondad andando, siempre se lo veía de buen humor. Él nos ayudó a crecer como individuos, ponía énfasis en el aspecto humano de las relaciones”; Alberto Orieta, lo rescata como un tipo solidario que en la empresa se preocupaba y se ocupaba por resolver los problemas administrativos de los compañeros”. Ya en el año 2008, Delia Maisel compañera y amiga asevera que “hoy a 30 años de su secuestro rescato y valoro su compromiso, y a sus hijos, Gabriela, Andrés y Valeria les digo que deben sentirse orgullosos del padre que tuvieron”.