Nacida el 8 de diciembre de 1956. Comenzó su militancia en un barrio de la zona de Morón, en Villa Udaondo, cuando con otros compañeros conformaron la Agrupación “Domingo Blajakis” del Peronismo de Base, que adhería a la CGT de los Argentinos. Allí alfabetizaba y daba apoyo escolar. Luego se sumó a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), militando en el Colegio Nacional “Manuel Dorrego” de Morón. Estudiante de Humanidades. Militante montonera en zona Oeste del Gran Buenos Aires. En la “orga” le decían “Flaca Vera”. El 7 de marzo de 1977 en un operativo, las Fuerzas Armadas intentan secuestrarla. Toma la pastilla de cianuro, agoniza y fallece cinco días más tarde. Su madre cuenta que el 8 de marzo de 1980 presenció la exhumación de los restos que pensaba eran de su hija: “Cuando vi el cráneo, lleno de tierra… lo que era…. dije: No, no es mi hija… Fue el primer momento. Los sepultureros, que saben –y me estaban mirando- dijeron que los huesos eran de una chica joven. Entonces comenzamos a limpiarlos. Junté toda la dentadura. Se notaba la agenesia. Además, encontré un dientito partido que tenía, de cuando era chiquita y se había golpeado en la pileta… No había ninguna duda. Era Alicia”. Su amiga y compañera de militancia Alcira Camusso la recuerda así: “Valiente y apasionada. Compartimos pintadas, reuniones, asambleas, marchas y convocatorias. Fuimos juntas a Ezeiza con el ´Luche y Vuelve´, a Devoto cuando la amnistía a los presos políticos, bailábamos juntas al compás del tamboril en todas las marchas, corrimos esquivando las bombas lacrimógenas el 1º de mayo de 1974 cuando Perón ‘nos echaba de la Plaza’ y luego lo lloramos juntas durante los tres días que duró su entierro, así de agitadas y convulsionadas fueron esas épocas (…) Hermosa ‘muchacha ojos de papel’, militante popular, sos una luz que siempre nos acompaña, el homenaje de todos los días de tus compañeros de ruta por un país justo y generoso”.