Roberto
Baschetti

Chazarreta, Juan Clemente

Cuando lo mataron a Jorge Ulla, él fue el orador en su entierro ya que lo apreciaba como a un hermano. Militó en una Unidad Básica levantada por los vecinos con mucho esfuerzo en el Barrio Schneider de Santa Fe. Allí hacía de todo un poco, hasta repartir volantes casa por casa. Participaba de las discusiones, se ocupaba de las necesidades de la gente y llevaba adelante diferentes actividades con el único fin de mejorar las condiciones de vida del barrio. Lo empiezan a perseguir después de su aparición en el cementerio. Vigilado y todo, siguió militando. Cuando supo del golpe del 24 de marzo del ’76 agarró su motito y se fue al “Rancho Peronista” (la U.B.) para ver a los compañeros y decidirque camino seguir. Siguió resistiendo. El 22 de mayo de ese mismo año lo levantan en su casa cuatro tipos armados que se movilizan en un Falcon verde. Cuarenta y ocho horas más tarde aparece detenido en la Comisaría 1º de Santa Fe. Luego se supo, que, con anterioridad, pasó por la Guardia de Infantería, el Regimiento 12 y finalmente a la Primera y en todas partes fue torturado. El 4 de junio del ’76 su madre se acercó a la comisaría como todas las mañanas para llevarle su desayuno. La paró el comisario Kauffman para informarle que su hijo “se había suicidado”. Le entregaron el cuerpo. Se constató que estaba totalmente picaneado y sus testículos negros como un tizón. Era un simpe y humilde trabajador peronista que había estudiado bobinado de motores en el Colegio Mayor Universitario para ganarse la vida y que comprendió que se debía luchar para poder cambiar las cosas, para lograr una mejor distribución de la riqueza y para mejorar la calidad de vida de todos sus semejantes. Dejó una esposa y tres hijos pequeños.