“Manolo” nació el 20 de agosto de 1943 en Gálvez, provincia de Santa Fe. Vivió en Capital Federal. Provenía de un grupo nacionalista en su juventud, el Movimiento Nueva Argentina (MNA). Militante montonero. Estudiante de Ingeniería, estuvo preso desde 1971 hasta la amnistía del 25 de mayo de 1973, acusado de esconder armas en un “embute”. Comienza estudios de Agronomía. Se casa y se va a vivir a Remedios de Escalada, Lanús, provincia de Buenos Aires, hasta su separación. Forma luego pareja con una mochilera cordobesa que conoce en el litoral de nuestra patria y que se llama Ana María Cavallieri. “Manolo” Corral, es secuestrado-desaparecido el 21 de febrero de 1978 a las dos de la madrugada, en una hostería y camping en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, dentro del Parque Nacional; propiedad de Juan Hoppe (polaco, ingeniero constructor de puentes), con quien traba una amistad, que le valdría luego a éste, tortura, cárcel y expulsión del país, por parte de los militares genocidas. Con anterioridad, el 23 de marzo de 1977, Manuel Javier Corral, le escribió a su pequeña hija para que esta leyera cuando fuera más grande: “Mariana, si el destino impidiese que vuelva a tu lado, espero que la persona depositaria de esta carta tenga la bondad de entregártela cuando estés en condiciones de comprenderla. No pretendo hacer de esto un testamento, pero no puedo evitar que adquiera carácter de testimonio, el testimonio de mi verdad. Desgraciadamente las cosas no nos van bien, prueba de ello son los miles de muertos que fecundan los suelos y aguas de la patria y los miles que se pudren en las cárceles y campos de concentración, y tantos como ellos, los que han tenido que emigrar. Pero no importa, el sacrificio es imprescindible para la victoria. Espero, Mariana, que tu generación sepa levantar nuestras banderas, si es que el destino impide que nosotros las llevemos a la victoria”.