Roberto
Baschetti

Pérez, Mario

Sectores del gorilismo más recalcitrante hicieron detonar dos artefactos explosivos en una Plaza de Mayo repleta de gente el 15 de abril de 1953, en tanto se festejaba un acto partidario peronista en el que hablaba el propio Perón a su regreso de Chile. Uno de los asesinados por los bombazos fue el trabajador peronista Mario Pérez. Tenía 31 años era electricista y pertenecía al Departamento Técnico del Subterráneo A, sección Tren Rodante. Con el fruto de su trabajo sostenía a su familia; esposa (Maria Ángela Grasso) y un hijito de tres años (Osvaldo). Viví en Villa Lugano donde todo el vecindario lo estimaba por sus cualidades de hombre trabajador y jovial, siempre dispuesto a ser útil a sus semejantes. Sus restos fueron velados en la Unión Tranviarios y luego llevados a su última morada en el cementerio de la Chacarita. La investigación policial del bárbaro hecho puso al descubierto que uno de los autores materiales del atentado fue Roque Carranza, militante del radicalismo. Carranza murió el sábado 8 de febrero de 1986, más de dos años antes de que se inaugurara la estación del subte “D” a la que las autoridades de Subterráneos de Buenos Aires bautizaron con su apellido, llamándola “Ministro Carranza”, dejando de lado el que iba a ser su nombre original: “General Savio”. En 2013, Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, más conocidos como “metrodelegados”, le dijo a un cronista del diario Página 12: “Que una estación de subte lleve el nombre de una persona que mató a obreros es un insulto a los trabajadores”.