Bolivarense. Nacida en esa ciudad de la provincia de Buenos Aires, el 28 de agosto de 1954. Cuentan que de chiquita tocaba muy bien el piano. Concluidos sus estudios secundarios se trasladó a La Plata para seguir la carrera de Arquitectura. Fascinada por la efervescencia estudiantil y la legitimidad de los reclamos políticos y sociales vigentes en esa época, adhirió con el alma y el corazón a la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Allí conoció a su novio entrerriano, estudiante de Derecho y también cuadro de la JUP: Marcelo Borrajo. Una vez instalado a sangre y fuego el régimen militar en Argentina, los padres del joven les ofrecieron a ambos marcharse a Brasil para rehacer sus vidas lejos de tanto terror y espanto. Lo pensaron, pero tanto Mirtha como Marcelo llegaron a la conclusión de que su puesto de lucha contra la dictadura genocida estaba en La Plata y de allí no se movieron. A la casa de Mirtha se fue a vivir con ella otro cuadro de JUP y Montoneros, la también entrerriana Adela Savoy. La mañana del viernes 17 de diciembre de 1976 ambas fueron interceptadas (en 7 y 127) cuando se desplazaban en un Chevy propiedad de los Pérez y pasaron a engrosar el listado de los “secuestrados-desaparecidos”. El automotor como era de esperar se lo robó luego un policía. De la casa de Mirtha, muy golpeado y envuelto en una sábana, los represores se llevaron en la madrugada del sábado 18 a Marcelo Borrajo, quien también fue así “desaparecido”.