Roberto
Baschetti

Abriata, Hernán

Nacido el 13 de diciembre de 1951 en Caseros, provincia de Buenos Aires, que por ese entonces era Partido de General San Martín. Su infancia y parte de su adolescencia transcurrió en el Norte del GBA donde estudió en el Colegio Alemán de Villa Ballester. Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP), en la facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. Montonero. Secuestrado por una patota de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) el 30 de octubre de 1976, cuando tenía 24 años. Carlos Loza, comunista, delegado gremial portuario secuestrado en el mismo lugar, muchas veces estuvo al borde del desquicio mental por las torturas y vejaciones a que fue sometido. Quien siempre lo cuidó y lo bancó fue Hernán Abriata; le decía que iban a zafar, que había una salida. Carlos Loza salió con vida de ese infierno. Hernán Abriata, no. El hijo de Carlos Loza se llama precisamente Hernán, en honor al compañero que ya no está. La misma decisión en homenaje a Abriata, tomaron otros dos militantes Oscar Repossi y Rodolfo Picheni –también delegados gremiales ferroportuarios y comunistas- que compartieron cárcel clandestina con Hernán Abriata. Un hijo de Oscar se llama Matías Hernán; y un hijo de Rodolfo, Mariano Hernán. ¡Qué gran tipo debe haber sido este compañero montonero para que nadie lo haya olvidado! La familia de Abriata aprovechando la visita a nuestro país (febrero 2016) del presidente de Francia François Hollande, le pide a este mediante una carta, conceda la extradición del ex comisario Mario Alfredo “Churrasco” Sandoval acusado del secuestro de Hernán y ahora ciudadano francés. Por otro lado, en 2016 se colocó una baldosa en homenaje a Hernán, en calle El Cano 3235, barrio de Colegiales donde vivió y fue secuestrado. Algo más ocurre en julio de 2017; hallan en la EX ESMA en una pared del sitio de reclusión “Capuchita” (altillo del casino de oficiales) algo grabado, escrito y que sobrevivió al tiempo y a la mirada inquisidora de los verdugos, y que dice así: “Mónica, te amo. H.A.”. Mónica Dittmar era la novia de Hernán Abriata y reconoció la letra de su amado en esa superficie lúgubre que vuelve del más allá para condenar a los verdugos. Luego se casaron, se fueron a vivir a un departamento y juntos comenzaron la Facultad. Soñaban como miles de jóvenes con una patria donde reinara la justicia social, la libertad y la igualdad de condiciones para el continuo desarrollo de todos sus habitantes. La Justicia parece llegar: el ex policía Mario Alfredo “Churrasco” Sandoval (Grupo de Tareas 3.3. ESMA) arribó el lunes 16 de diciembre de 2019 a Buenos Aires en un vuelo comercial, extraditado desde Francia, para ser juzgado por la desaparición de Hernán Abriata. Me temo que el sobrenombre del represor se deba a su pericia para torturar en la “parrilla” a los militantes secuestrados. La madre de Hernán –Bety Cantarini- con 93 años a cuestas espera justicia. Y la misma ha llegado en parte el 21 de diciembre de 2022, cuando el Tribunal Oral Federal N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires, condenó al inspector retirado de la Policía Federal (Sandoval) a 15 años de prisión.