Roberto
Baschetti

Adradas, Ernesto Jorge

“Muñeco”. Piloto peronista, Teniente de la Fuerza Aérea Argentina que el 16 de junio de 1955 enfrentó desde el aire a los militares insurrectos de la Marina que intentaban derrocar al General Perón y masacrar al pueblo. Partió con su avión Gloster Meteor de caza, monoposto, de un solo asiento, a cumplir con su obligación. Cuenta Alejandro Covello en un libro de próxima aparición, aún inédito, sobre la historia política de la aviación argentina: “El ‘Muñeco’ se lanzó en picada, el avión enemigo North American AT6 Texan quiso escapar y esconderse en las nubes, era tarde. Al ‘Muñeco’ se le agrandaba cada vez más el avión insurrecto en su mira, entró en el ángulo muerto, lo tuvo y disparó. Lo proyectiles ingresaron por el plano izquierdo y cortaron prácticamente el ala. El piloto naval Guardiamarina Armando Román, se arrojó en paracaídas y salvó su vida cayendo sobre el río. Como piloto de caza Adradas había cumplido su misión; lo que no sabía el ‘Muñeco’ era que el destino marcaba para siempre a su derribo como una victoria ‘pirrica’. De regreso a la base, se bajó de la aeronave cansado, esperando más órdenes… fue felicitado por el Vicecomodoro Pérez Laborda. No había compañeros. Un mecánico que corrió a su encuentro logró decirle: ‘Jefe los marinos están entrando con gente nuestra para tomar la base; escóndase porque estos asesinos lo van a querer matar…’. La Base Aérea de Morón, que fuera leal en un primer momento, se había sublevado. Las fuerzas rebeldes tomaron la base, en el tiempo en que la escuadrilla había cumplido su misión de defensa. Adradas fue perseguido por los oficiales rebeldes que juraban matarlo por haber derribado un avión naval. Por la tarde la sublevación fracasó y el ‘Muñeco’ salvó su vida porque pudo esconderse en un armario”. Tres meses más tarde, volvió a combatir contra la flota naval, comandada por el Contralmirante Rojas, que había bombardeado Mar del Plata y amenazaba con bombardear Buenos Aires si Perón no presentaba la renuncia. Fue la victoria de la autodenominada “Revolución Libertadora”. El “Muñeco” Adradas pidió el retiro y le fue concedido el 27 de abril de 1956, presionado por un Tribunal de Honor, que lo acusaba por sus acciones del 16 de junio de 1955. Fue juzgado y encontrado culpable de deshonrar la institución. Sin embargo –como sigue diciendo Covello-: “El hombre Ernesto Jorge Adradas, fue aquel que con su acto de lealtad y de respetar las órdenes que le fueron impartidas por sus superiores naturales y en cumplimiento de su misión, salvó a la institución Fuerza Aérea Argentina, de que su bautismo de fuego hubiera sido la ignominia de bombardear y ametrallar una ciudad abierta contra civiles indefensos”. Ese mismo año Adradas, sufrió un nuevo intento de asesinato por los mismos que el 16 de junio del ’55 no pudieron matarlo. Luego de varios años de ostracismo logró ingresar como piloto en Aerolíneas Argentinas y allí fiel a sus ideas y principios fue parte de la “Resistencia Peronista” al cumplir tareas de correo clandestino entre los dirigentes partidarios y el General Perón en su exilio, trayendo y llevando cartas y documentos en total secreto. Como justo premio a su accionar, en junio de 1973, integró la tripulación del avión de Aerolíneas Argentinas que trajo definitivamente al General Juan Domingo Perón a su Patria.