Roberto
Baschetti

Alesia, José María

Ayudante de calderería, 24 años, peronista y delegado gremial en ASTARSA, (Astilleros Argentinos Río de La Plata S.A.). El 24 de mayo de 1973 realizaba soldaduras entre compartimentos estancos de un barco en construcción, cuando se vio envuelto en llamas producidas por la combinación de la soldadura y gases inodoros acumulados en los túneles del doble fondo del barco. Producido el accidente sus compañeros tomaron la empresa con la retención de un cierto número de ejecutivos, responsables directos –según ellos- “de este crimen gratuito con que la patronal premia a los que producen sus fabulosas ganancias”. Del mismo modo, “Los trabajadores se movilizaron de inmediato y la dirección del sindicato y la empresa trataban de apaciguar el conflicto cuando la noticia de la muerte de Alesia en la clínica disparó la toma de la fábrica reteniendo a los principales directivos de la empresa, entre ellos el presidente del directorio, Raúl Aleman; el jefe de producción, Santiago Braun y uno de los jefes de relaciones industriales, Hugo Delucca. Los trabajadores reclamaron entonces el control de la seguridad e higiene en la planta, la reincorporación de los despedidos por razones políticas y gremiales, entre otros ítems. Fue en ese contexto que buena parte de los obreros activistas decideron dar el nombre del compañero muerto a la agrupación e incorporarse a la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), solicitando así mismo al presidente Cámpora que interviniera y reclamando a viva voz que el astillero no se transformara en un matadero”. (Tomado del escrito “Responsabilidad Empresarial en los Delitos de Lesa humanidad”. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. 2015). En ASTARSA en total hubo 10 asesinados y 21 desaparecidos entre 1975 y 1983. Cabe aclarar, que originariamente, La JTP del lugar le pondrá el nombre de “José María Alessio” a su agrupación peronista revolucionaria. Pero, Federico Guillermo Lorenz autor del imprescindible libro “Los zapatos de Carlito. Una historia de los trabajadores navales de Tigre en la década de los setenta” (Grupo Editorial Norma, 2007), que narra la historia sindical y política de dicha agrupación, en una conversación efectuada me comunica que luego de haber publicado su libro inclusive, descubrió que el apellido del compañero inmolado es “Alesia” y no “Alessio”.