“Y en uno de esos ámbitos donde se procesaban esas ideas conocí a mi primer gran amor: una muchacha de origen árabe llamada Fadhy Ali. Era militante de la Unión Obrera Metalúrgica y delegada de la fábrica de máquinas de coser Necchi, en Villa Lynch, partido de San Martín, provincia de Buenos Aires. Tenían una virtud que la ocasión cultivaría: a causa de su linaje libanés dominaba el idioma francés. Alineados en una agrupación titulada Nueva Generación Peronista se nos dio la ocurrencia de entregar una carta de la JP (Juventud Peronista) a De Gaulle, presidente de Francia, que el 3 de octubre de 1964, visitó la Argentina. Congregados por el reto de Perón a recibir al militar galo como si se tratara de él mismo, millares de seguidores de la JP ‘aullando desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde’, escribió ‘Primera Plana’, lo aclamaron en la Plaza Francia al grito de ‘De Gaulle, Perón, Tercera Posición’. Cuando De Gaulle, custodiado por centenares de soldados y agentes de seguridad argentinos y franceses, aminoró la marcha debido al gentío, Fadhy corrió, atravesó todos los cordones y se trepó al auto con el auxilio del mismísimo presidente francés, y le entregó en propia mano la codiciada carta. Luego se desencadenó una escaramuza con la policía, suceso casi de rutina que terminó como siempre con algunos heridos y muchos presos. Y yo orgulloso de mi novia, a correr y a cobijar a la heroína de la lluvia de bastonazos”. (“Memoria de la esperanza. Vida, pasión y muerte de un muchacho peronista”. Ernesto Jauretche. Colihue. 2023).