“Gustavo”. Casado, dejó dos hijos pequeños: Silvina y Fernando. Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Delegado de Base en la Caja Nacional de Ahorro y Seguro. Especializado en electricidad, fue destinado a Intendencia en dicho organismo estatal. Secuestrado-desaparecido a la edad de 31 años, el 24 de marzo de 1977. Pero hubo memoria. El 6 de noviembre de 2006 –Día del Bancario- la Comisión Permanente de Homenaje a los Detenidos Desaparecidos de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, colocó una placa con el nombre de él y los otros 14 asesinados que trabajaban en aquella empresa pública, en la calle Hipólito Yrigoyen entre Solís y Entre Ríos. En el libro “Están con nosotros” editado precisamente por la Comisión Gremial Interna de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro (editado en 1987), puede leerse sobre él: “La convicción de que la única forma cierta de integración a una comunidad es a través de la participación, lo llevó a entregarse con entusiasmo a la defensa de nuestra dignidad de trabajadores. Fue un eficaz delegado de base, responsabilidad que asumiera por mandato de sus compañeros y por el llamado de su propia conciencia”.