Su caso no está contemplado en el Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) por lo que apelo, al testimonio de sus familiares. Esta familia Alvarez es originaria de Jardín América una localidad del interior de Misiones y luego se mudan a Posadas. Diez hijos nacieron, producto de la unión de sus padres, Demetria Silvero y Germán Alvarez. Dos de ellos, los más adultos, Pedro y Juan José, al que todos conocían como Checa, eran militantes de Juventud Peronista y del Partido (Peronista) Auténtico. Y agrega Pedro: “A mi hermano Lucio Alvarez –el quinto- y a su novia los mataron. Él se fue a vivir en esa época a Buenos Aires (luego del golpe del ’76) ya que tenía una novia allá. Según cuenta nuestro hermano Luis –yo ya estaba preso del régimen militar- el padre de la novia de Lucio, que era paraguayo, llegó hasta la casa de nuestros padres a contarles horrorizado que en circunstancias que los tres viajaban en un colectivo en Lomas de Zamora, fueron bajados por los militares quienes los llevaron al Regimiento de la Tablada y ni bien ingresaron, él fue testigo del fusilamiento a mansalva de su hija y de Lucio. Luego de este horrendo episodio a él lo largan, viene a avisarnos y luego se fue a Paraguay y no lo volvimos a ver. Y a Lucio lo desaparecieron totalmente. Nunca nos devolvieron sus restos”.