Fue siempre “El Moro” por su cabello mota, sus ojos oscuros y su piel cetrina. Nació en el barrio de Monserrat de Buenos Aires el 11 de abril de 1920. La situación poco propicia a nivel económico de su entorno familiar lo llevó a interrumpir sus estudios secundarios, para trabajar como cadete en el diario “Crítica”. A los 17 años se sumó a la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA). Al relacionarse con el tango, conoce a Cátulo Castillo y José María Contursi, colaborando con ellos en la lucha gremial de la sociedad de autores y compositores de música. Peronista desde la primera hora, 1955, lo encuentra como secretario general del diario de la C.G.T. “El Líder”. Luego de la caída de Perón el diario sigue saliendo como puede y se convierte en un faro de la libertad obrera contra la prepotencia oligárquica setembrina, como lo reconoce públicamente uno de sus columnistas, don Arturo Jauretche. A fines de 1955 clausuran el periódico. Sigue intacto en su fe peronista durante los 18 años de resistencia. En 1973 refunda el Sindicato de Prensa y es elegido Secretario General de la Federación Argentina de los Trabajadores de Prensa (FATPREN), dando muestras de su honestidad gremial al seguir viviendo y alquilando en el mismo humilde lugar donde vivía desde tiempo atrás (Andalgalá 1785, barrio de Mataderos). El golpe militar del ’76 lo hunde en una aguda depresión. Zafa de la misma y en 1982 se dedica a organizar y conformar la Asociación de Periodistas Jubilados. El 17 de abril de 1984, ingresando al predio de la Sociedad Rural, con motivo de cubrir una nota periodística, un infarto de miocardio lo derriba para siempre.