Roberto
Baschetti

Andreucci, Fortunato Agustín

Expresa Oscar Flamini, compañero de trabajo: “Esto tenía un objetivo preciso: había que frenar las luchas populares que ponían en peligro el dominio y los intereses de los poderosos. Había que desarticular el proceso de unidad que crecía (más allá de las comprensibles diferencias) en fábricas y barrios; había que eliminar una generación de jóvenes dirigentes obreros, estudiantiles y barriales, que se formaban en el espíritu de unidad, combatividad y dignidad y el ARS (Astilleros Río Santiago) era un ejemplo destacado de ello; había que crear las condiciones propicias para el retroceso y la entrega que sufrió luego la Argentina (endeudamiento, entrega del patrimonio nacional, destrucción del aparato productivo, arrasamiento de las conquistas laborales). En este marco, que venía siendo preparado por el accionar de la Triple A, comandada por el nefasto López Rega, el 19 de marzo de 1976, en una ‘zona liberada’ en Ensenada, cobardes enmascarados secuestraron y asesinaron a nuestro compañero ‘Nato’ Andreucci, sub delegado de la sección fundición del ARS”. Nato había nacido en esa misma ciudad, en la calle Europa, en el año 1928 (al ser asesinado contaba con 57 años) y cuando lo secuestraron vivía en Jesús María Jeréz 680 siempre de Ensenada. En “Nato” predominaba un espíritu alegre; hombre sencillo y humilde por igual que ostentaba un humor contagioso. Además, tenía una pasión particular por la comparsa y los carnavales. Dio forma a su organización murguera “Échale tabaco al pito” en la que sus integrantes vestían ridículos smoking –crítica a los señorones y todo lo acartonado-, con galeras negras y portaban inmensos instrumentos musicales hechos en papel maché. Sigue con su relato Flamini: “Nato fue un ejemplar padre de familia. Tenía la dignidad del hombre de trabajo. Así podía vérselo después de trabajar en el ARS. (Y trabajar en serio en el desmolde o en la planta de arenas de la fundición) salir a vender cubanitos, pirulines, manzanas acarameladas, para completar una entrada que diera una vida digna a su familia”. Fue delegado –como se dijo- de la sección de fundición y un protagonista activo de las luchas y movilizaciones. Impulsor, conjuntamente con otros compañeros, de las “comisiones de trabajo” que jugaron un papel muy importante con sus propuestas productivas y de mejoras en las condiciones de trabajo y que fueron la base del convenio de 1975, el más importante en la historia del ARS. Concluye Flamini: “con el asesinato de ‘Nato’ querían hacer ‘desaparecer’ la dignidad, la honradez y la alegría de vivir. No podían perdonar que defendiéramos el astillero contras sus ofensivas privatistas; no podían perdonar que muchos trabajadores del ARS, entre ellos ‘Nato’, no se limitaran a luchar sólo por sus reivindicaciones inmediatas, sino por el desarrollo del Astillero y por una Patria Justa, Libre y Soberana”. Su cuerpo sin vida apareció al día siguiente de su secuestro, amarrado y con numerosos impactos de bala, en la intersección de ruta nacional Nº 36 y calle 520 en la zona del Abasto, partido de La Plata.