Nacido en Córdoba, el 27 de junio de 1943. Estudió Sociología en la Universidad de Buenos Aires. Militante Peronista Montonero y trabajador en Jabón Federal. Estaba separado y tenía una hija, Alejandra, de 9 años. Lo mataron las fuerzas represivas en febrero de 1977 cuando estaba participando de una acción de resistencia con los trabajadores de Luz y Fuerza. De ese mes y año es la carta enviada por Montoneros a su familia con firma del compañero de esa organización, “Ignacio-Tortuga”, donde cuenta que Antonini, para impedir que lo detuvieran, no había acatado la voz de alto que le dieron antes de matarlo: “Familia Antonini, su dolor también es el nuestro. Nosotros decimos siempre que a los compañeros no hay que llorarlos solamente, sino tomar su ejemplo y convertirlos en bandera para llegar a la victoria”. Y en una segunda carta, Montoneros, habla de los sentimientos de Antonini hacia su familia y en especial hacia su hija: “La herencia que dejó para Alejandra es su ejemplo; una vida digna, que brindó a su pueblo y a su país. Él hubiese querido que ella siguiese su mismo camino, que tuviese su misma rebeldía ante la injusticia, su misma valentía, su misma entrega a la Patria. Alejandra: tu papá fue un héroe, y su nombre no se va a olvidar nunca. Estará presente en nuestra lucha hasta que logremos los objetivos que él soñaba: la Patria Justa, Libre y Soberana. La Patria Montonera, la Patria Socialista”. La carta indica a la familia la dirección de una pensión adonde ir a buscar los efectos personales de Antonini.