Roberto
Baschetti

Araujo, Héctor Armando

“Negro”. “El Negrito Chamamé”. “Misio”. Misionero”. Oriundo de Oberá, Misiones, donde hoy descansan sus restos. A la edad de 23 años, cayó el 22 de noviembre (otra versión da esa fecha, pero de diciembre) de 1976 en calle 73 esquina 177, de la localidad bonaerense de La Plata, a las 9.30 hs. aproximadamente. Su compañera de militancia y pareja (Mecha) lo vio ya caído en el piso a media cuadra de distancia. Habían ido juntos hasta la casa de un amigo (Beto) y luego él se fue a cubrir una cita con los compañeros de Medicina, donde cursaba. Sorprendido por la patota militar –que lo tenía marcado- decidió no entregarse con vida y hubo disparos de armas de fuego que terminaron con su vida. Araujo era el responsable de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) del Policlínico y además hacía práctica médica en una salita en las afueras de la ciudad, dos veces por semana, como un modo de ayudar a los más necesitados. No llegó a conocer a su hija Fernanda nacida el 15 de enero de 1977. “Mi padre era un tipo reservado, callado, que pasaba por antipático a veces. Muy buen amigo, se preocupaba siempre por los demás. Cuando terminaba alguna peña se iba hasta el diario ‘El Día’ a buscar un ejemplar para llevarle a los demás compañeros, para que busquen en los avisos clasificados, alquileres o changas para sobrevivir”. En consonancia con el respeto y el aprecio que se le tenía como persona y militante, el jueves 4 de julio de 2013, en Diagonal 73 y calle 69, lugar físico donde resistió heroicamente hasta su muerte, familiares, amigos y compañeros emplazaron una Baldosa Blanca en su memoria.