Roberto
Baschetti

Arcuschin, Luis Carlos

Le decían “Polo” y/o “Polito”. Egresado en el colegio secundario del Hipólito Vieytes. Estudiante de Derecho. Integrante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP) en Telefónicos (FOETRA) donde era dirigente gremial. Militante de Montoneros, resistente a la última dictadura militar; a la que combate armas en mano hasta su caída, en una cita “cantada” el 6 de diciembre de 1976. En donde vivía, en Caballito –Neuquén y Espinoza-, hay una baldosa fijada en su memoria. Y desde el domingo 22 de marzo de 2015, hay una Unidad Básica en la comuna 6 de CABA, con el nombre “Carlos Polito Arcuschin”, exactamente debajo de donde él vivió. Un compañero de militancia, (“El Negro” Argüello) habló en el acto de imposición de la baldosa: “Polito fue un compañero como tantos otros. No eligió el camino del exilio, ni eludió las responsabilidades que se le fueron asignando. Tal vez muchos piensen que fue una actitud suicida, tal vez muchos montados en la ola del ‘por algo será’ nunca se animaron a decir con todas las letras que el Polito fue, es y será, un patriota, un combatiente del pueblo. Tal vez nunca sepamos exactamente como lo asesinaron, ni donde llevarle una flor, una canción, contarle que nosotros tenemos un alma llena de huecos por tantas ausencias, pero si somos conscientes, precisamente por eso y no hemos bajado los brazos en todos estos años en que tumbamos la obediencia debida, el punto final y que vamos por los obscenos y aberrantes indultos; que no queremos necrológicas o sitios donde sólo el mármol frío tenga el nombre de los compañeros (…) a los que quiero y llevo siempre en el corazón, son a ustedes, mis compañeros, los que cayeron combatiendo a la dictadura, a la puta oligarquía, a los que vendieron la Nación. Para que nunca se olviden que ‘la sangre derramada no será negociada’, mientras haya compañeros como vos, Polo, que estén dispuestos a seguir escribiendo en las paredes ‘La liberación es posible’, construyendo día a día nuevas herramientas políticas, gremiales, sociales, que hagan realidad nuestro sueño de la patria sin opresores y con justicia social. Te abrazo compañero, abrazo a tu familia y siento que estás vivo para decir con nosotros ¡Hasta la victoria siempre!”.