Roberto
Baschetti

Argente, Jorge Daniel

“Biafra”. Nació el 26 de septiembre de 1955. Sus padres trabajaban en la fábrica Moltrasio; su mamá era una peronista convencida. La primaria la hizo en el colegio “Gran Mariscal del Perú Ramón Castilla”. Vivía en Colegiales. Chico rebelde y pícaro, tenía una facilidad asombrosa, para meterse en líos. No terminó su secundario. Era fana del fútbol en general y de San Lorenzo en particular. Sus amigos de aquella época lo recuerdan como versero y ganador con las chicas, como se diría, “con mucho asfalto encima” de tanto patear la calle. Al respecto, una compañera rememora: Venía los dos. El Negro Biafra y el Negro Rubén, todos los días a las seis de la tarde a mi facultad, bañaditos, vestiditos de jeans y chaqueta verde militar a que les presente las chicas de ‘filo’, yo me enojaba y estos dos se reían y siempre ganaban, porque eran simpatiquísimos”. Miembro de la Juventud Peronista (JP) desarrolló su militancia en la U.B. “Beto Simona” de su barrio; trascendiendo como un pibe solidario, leal, honesto y comprometido. En 1974 cuando las cosas se fueron pudriendo a pasos agigantados, lo meten preso en la comisaria 37, cuatro meses, por pintar en un paredón “Villar asesino, el pueblo no perdona. Montoneros”. Su último trabajo fue en una clínica como camillero (en el CEMIC). Secuestrado el 17 de julio de 1976 en el barrio de Colegiales y visto en el Centro Clandestino de Detención de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal. Su cuerpo fue dinamitado en la “Masacre de Fátima” el 20 de agosto del mismo año. Se supone que fue como represalia por la muerte, días antes, del general Actis. Tenía 20 años cuando lo despedazaron. “Los mataban, pero los estaban sembrando” dijo Hugo Argente (su hermano) el 20 de agosto de 2010, cuando al cumplirse 34 años de “La Masacre de Fátima”, familiares y amigos se reunieron en la Escuela Media Nº 9 de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, para recordar a las víctimas del Terrorismo de Estado.