Roberto
Baschetti

Ávila, Juan

27 años. Obrero de la Construcción. Peronista. Asesinado el 4 de octubre de 1973 en horas del mediodía, en tanto defendía el local central de la CGT cordobesa, de un ataque de la burocracia sindical de la UOCRA y otros (Alejo Simó, Mauricio Labat, etc.) que quería acallar las legítimas protestas de los trabajadores. Julio César Rojo Luque, ex militante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y residente en España, aporta su testimonio de aquellos hechos: “Esa tarde del 4 de octubre de 1973 el compañero vice gobernador Atilio López nos pidió a la JTP –Juventud Trabajadora Peronista- que fuéramos a defender ‘la casa de los trabajadores’, la CGT combativa, que iba a ser atacada por la derecha con la intención de pedir su intervención desde la CGT nacional. Hacía pocos días que había sucedido lo de Rucci y el ambiente estaba al rojo vivo (…) Comenzó la agresión de la patota a tiro limpio. Muy pocos compañeros que estaban armados con revolveres y pistolas calibre 22, respondieron a la balacera. Un grupo invasor a pie intentaba ingresar a los tiros y también abrieron fuego desde un auto. Pero los sorprendidos fueron ellos que no esperaban resistencia (…) Juan Ávila estaba atrás mío a la derecha y recibió un tiro que le perforó los intestinos. Adolfo (El Boxi) recibió también un tiro con la enorme suerte que le atravesó partes blandas de la zona abdominal con salida limpia por la espalda. A Juan, inmediatamente lo llevó el ‘Petiso Luis’, de apellido Bártoli, uno de los pocos que contestó la agresión, con dos o tres compañeros más al Hospital de Urgencias, pero allí no lo querían atender a Juan porque estaba herido de bala. La consigna de los que lo auxiliaron y trasladaron a Juan fue que de ninguna manera dieran sus datos personales para que no los ficharan o algo peor. La falta de inmediata atención médica contribuyó al infeliz desenlace. Lamentablemente, Juan Ávila falleció defendiendo su casa, la casa de los trabajadores cordobeses, aunque era oriundo de un pueblo riojano. Estaba casado. Con el tiempo lo poco que supe es que a la joven viuda se trató de ayudarla. Hace un par de años, pasé por el viejo edificio de la CGT y entré. Había un conserje a quien le pregunté si sabía algo de esta historia. Me contestó que no sabía nada y comprobé entonces que tampoco había ni una pequeña placa, recordando que Juan dio la vida defendiendo la CGT combativa de Atilio López y el ‘Gringo’ Tosco. El ‘Petiso Luis’ murió tiempo después en la defensa del sindicato de Luz y Fuerza. Era un compañero obrero que venía de las FAR y se integró luego a Montoneros. Sirva este recordatorio para rescatar del olvido a estos dos héroes anónimos. ¡¡Juan Ávila. Presente!! ¡¡Libres o Muertos. Jamás Esclavos!!”.