“Mara”. Era la más joven de tres hermanos de una familia de Merlo, provincia de Buenos Aires. Nació un 10 de mayo de 1945 en esa localidad. Su padre fue pintor de brocha gorda y su madre costurera. Ella era una chica simple y femenina a la vez. Estudió en el Colegio Sagrado Corazón de esa localidad. Maestra en la escuela primaria número 8 de la zona, (donde participó de proyectos comunitarios) siempre fue muy querida y apreciada por alumnos y compañeros; a punto tal, se cuenta, que cuando sonaba el timbre del recreo, nadie quería salir al patio, preferían seguir escuchándola, porque daba clases magistrales. Le apasionaba enseñar a los adultos, de hecho, su madre aprendió a leer gracias a ella. Alfabetizó a los mayores en el barrio Lago del Bosque. Estudió también el Profesorado de Geografía. Militaba en la Juventud Peronista. Cayó presa en octubre de 1974 con Jorge Héctor Cols (Otro docente. ver su registro) por hacer una pintada. La liberaron luego, pero quedó marcada. La noche del 12 de diciembre de 1974 se presentaron en su casa de Pasaje Carlos Bunge 1122, Merlo, un grupo de salvajes, vestidos de fajina y encapuchados, que se la llevaron. Ese mismo día su cuerpo sin vida y con señales de tortura de picana, apareció junto al de Cols, en la Ruta Panamericana, localidad de Del Viso, partido de Pilar, provincia de Buenos Aires. En el año 2009 los alumnos de la Escuela de Educación Media Nº 13, de Parque San Martín, localidad de Merlo, hizo un video, a través de los recuerdos de su hermano, su sobrina, una alumna, compañeros y vecinos, reconstruyendo así la vida y el compromiso de María del Carmen Balbi, como dije: docente, militante peronista, asesinada por la Triple A. Con el tiempo se supo de una nota que le dejó una ex alumna suya luego de su asesinato, en un bolsillo de su guardapolvo de maestra: “Señorita yo se que está en el cielo junto a los ángeles porque usted era un ángel, yo sé que desde el cielo usted estará leyendo esta cartita que le escribí con tanto amor y cariño. Señorita, hoy nos dieron el diploma, con medalla, el boletín. Yo le dejo la medalla porque usted la merece, eso y mucho más, porque se lo debo…”.