Conocido como “El Pelado”. Un anónimo compañero que lo conoció relata: “Tenía 15 años en el ’55 y se metió de lleno en la Resistencia Peronista. Fue ‘alumno’ de Abraham Guillén. Participó en todo y en todas. La experiencia adquirida lo hizo ‘maestro’ de muchos, hasta de Gorriarán Merlo, quien en sus memorias recordó que ‘recibíamos instrucción de un tal Banegas, que venía del peronismo’. En Uturuncos, las FAP, en el MR17, dejó alguna huella. ‘El Pelado’ estuvo en Cuba también. Fue la pareja en aquellos años iniciáticos de la mítica ‘Negra’ Amanda Peralta (ver su registro). Integrado a Montoneros dio todo lo que pudo, pero ‘El Pelado’ no podía ser un cuadro político como se pretendía entonces: era un tipo puro, de acción, decidido, calmo y frío; hombre de tango, bolero y ginebra. Contravenía el estilo buscado y con más de dos décadas de andar esquivando ‘la guadaña’, era inorgánico y se burlaba de algunas normas de seguridad. Algunos de sus nombres en la militancia fueron Andrés, Coco, Aníbal. Fue un militante de dos épocas: la del primer peronismo resistente e ingenuo y la del partido en guerra alimentado en el marxismo. En ambas épocas vivió a pleno, pero en la última, no se lo dejó llegar ni a aspirante. ‘¿Cómo andás querido?’ era su saludo típico, más afirmación que pregunta. Arrasado su ámbito por el ’77, ‘El Pelado’ se eclipsó para reaparecer una tarde de octubre en el Ateneo Eva Perón para el ’83, como si nada hubiera pasado. Se fue al Peronismo Revolucionario (PR) después. Su voz sonaba nasal, no sé si por nacimiento o influenciado por el cigarro que le destruyó los pulmones. ¿Será el tabaco la razón de su muerte? Tenía más de setenta años. Se murió como había vivido: sin un mango, sólo, riquísimo de Peronismo y combate. Pidió ser icinerado y echadas sus cenizas al mar. ¡Compañero Carlos Benegas hasta la victoria siempre!”.