Egresado del Colegio Inglés de Rosario. Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Estudiante de Antropología. Como su padre fue contador general del Frigorífico Swift de aquella localidad portuaria, lo hizo entrar a trabajar a él, quien poco tiempo después de su ingreso pasó a ser el responsable de la agrupación de Juventud Trabajadora Peronista (JTP) en dicho establecimiento relacionado con la carne. El 2 de julio de 1976 ocurrió un accidente que lo puso en la mira represiva: “La Jefatura de Policía de Santa Fe alertó a los médicos oculistas y responsables de centros asistenciales sobre el presunto intento de internación o pedido de atención, que formulen tres personas que resultaron heridas al estallar un artefacto explosivo que tenían en su poder, Daniel Oscar Barjacoba, Maria Cristina Márquez y un joven de 20 a 30 años, cuyo nombre no fue divulgado” relataban los diarios, sobre un hecho acaecido en la ciudad de Rosario, en la finca de la calle Sargento Cabral, número 72. Barjacoba no estaba herido, ni ciego, ni quemado. Sucedió que manipulando una caja lanzapanfletos esta se activó sorpresivamente con la consabida explosión; la dueña de la pensión donde vivían los jóvenes, atemorizada había dado aviso a la policía. Daniel y sus compañeros, entonces, se mudan a San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Fue secuestrado junto a su compañera de militancia María Cristina Márquez (ver su registro), por la última dictadura militar, en esa ciudad, en San Nicolás (Barrio Somisa, adyacencias del arroyo Ramallo), el 2 de octubre de 1976; resiste su secuestro y es baleado. Con 23 años fue fusilado el 17 de octubre –nada menos- del mismo año, en Los Surgentes, provincia de Córdoba y sus restos enterrados en una fosa común en el cementerio de San Vicente de la ciudad capital mediterránea.