Su padre era un peronista de la primera hora, delegado sindical. Él nació en Olavarría, provincia de Buenos Aires, un 13 de septiembre de 1951. De allí también era su mujer María Isabel Gau. El “Chingo” Berardi trabajaba en la legislatura bonaerense y estudiaba Historia, luego de un paso por Económicas, por lo que integró la Juventud Universitaria peronista (JUP). María Isabel –Marisa- era profesora de Biología. A los 16 años se conocieron y se pusieron de novios. En un principio, luego de un efímero paso por la Liga de Estudiantes Socialistas (LES), ambos se sumaron a la Juventud Peronista haciendo trabajo barrial, conmocionados por la Matanza de Trelew (22 de agosto de 1972). Fueron asesinados en su casa de La Plata, el 22 de noviembre de 1976, por la madrugada. En la misma funcionaba un “embute” del área de prensa montonera. Marisa estaba embarazada de 9 meses; le faltaba una semana para parir y ya tenía un chiquito de antes. Sus sepultureros confiaron a los abuelos que cuando la enterraron “no podían cerrar el féretro porque su panza estaba hinchada”. Nicolás el hijo que los sobrevivió, dijo de sus padres: “Pero el camino se ha tornado una búsqueda personal de todo aquello que me arrebataron por el simple hecho de tener una percepción del mundo tan sutil y tan bella que algunos pensaron peligrosa. Porque ahí reside el verdadero secreto de mis viejos al igual que los padres, madres, hermanos, hermanas: afectos solidarios para una lucha que injustamente les declararon, porque lo he sentido en cada día de la construcción de mis recuerdos, porqué es la presencia más hermosa que me han dejado, saber que planearon tener dos hijos ante la adversidad total de la vida. Porque primero vivieron y luego murieron…”