“El Oso”. Ricardo, un compañero y amigo lo define así: “Muy buen tipo, generoso, con predisposición –siempre- a dar abrazos de ‘oso bueno’, con un compromiso y lealtad para todos, en particular con su propio modo de entender el mundo, a toda prueba”. El Club 9 de Julio de Rafaela fue su primer amor y llegó a ser arquero del equipo de fútbol que competía en la liga rafaelina. Raúl comenzó su militancia en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Santa Fe, que para 1971 se llamaba Ateneo Universitario y tenía tanto una raíz católica como una opción política peronista. Para él las cosas a hacer, a realizar, no eran una carga sino un servicio, como por ejemplo aquella decisión que lo llevó a ser Maestro Normal pocos años antes. A esa opción por servir deben sumársele en su haber su buen humor permanente y su nobleza inigualable para con sus semejantes. Militante montonero conocido como “Vicente”. Caído en combate el 2 de noviembre de 1976. (Para más detalles, ver registro de José Augusto Albisu). El hijo de “El Oso” Brú, Mariano Javier, suma su parecer: “Hoy, ya lejos y en una sociedad libre del miedo y del ‘algo habrán hecho’ que me condenó al silencio y la vergüenza de la mirada con lástima, condescendiente de los que miraron hacia otro lado, puedo decir orgulloso: obivio que sí ¡algo hicieron! Creer y trabajar para y por un futuro mejor y libre, más equitativo y justo. Entregar hasta la vida por defender su pensamiento y sus ideales, por defender la libertad y la vida misma”.