Como suboficial del Ejército Argentino, participó en la sublevación militar del General Juan José Valle contra la dictadura oligárquica de Aramburu y Rojas el 9 de junio de 1956. Salvó su vida de los fusilamientos indiscriminados llevados adelante por los circunstanciales vencedores. Fue detenido y sufrió cárcel y la baja de la institución militar. Sobre toda esa experiencia –en 1972- escribió un libro de su autoría: “Revolución y fusilamientos”. Siempre aclaró al respecto que “mi ideología es netamente peronista. Y me ha llevado a eso mi lucha. Mi lucha ha sido siempre por la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria; porque cuando recorro nuestras provincias y veo a los ‘changuitos’ descalzos, se me escapa una lágrima…”.