“Tata”. “Analía”. “Cinco” (por ser la quinta de nueve hermanos). Santafesina nacida el 31 de julio de 1944 en la ciudad capital. Maestra de preescolar en la escuela San Francisco de la ciudad de Santa Fe. Hermana de Graciela. Militante de Acción Católica en su juventud. Ligada al sector de los curas tercermundistas. Docente en la misma Facultad de Trabajo Social. Enrolada en la misma corriente política que su hermana (Montoneros). Efectúa trabajo social con los pobladores del barrio de Barranquitas. Como tantos otros compañeros, comienza a ser perseguida, por lo cual se va a Rosario donde comienza la carrera de Docente Guía. Nuevas persecuciones la llevan a trasladarse a La Plata. Allí es detenida, sufriendo cárcel y tortura; como no le pueden probar delito alguno se ven obligados a liberarla. Ella entonces se vuelve para Rosario, sigue militando y es secuestrada -desaparecida en dicha ciudad, en septiembre de 1977, a la edad de 33 años. José escribió en el 2004 sobre sus hermanas Busaniche: “Creían en este país y en su pueblo. Luchaban por la construcción de otra Argentina. No las olvidamos y no perdonamos. Sus ideas persisten, no nos pudieron matar la esperanza…”. Mujer de una gran sensibilidad, bondad y sentido social. Comenzó a descubrir que la pobreza no es un hecho natural sino una realidad social desigual e injusta que podía ser cambiada y hacia allí apuntó todo su esfuerzo. Docente de vocación, mensualmente cruzaba en canoa a Alto Verde buscando y visitando a las familias de los alumnos que habían faltado a clase con el fin de reintegrarlos y también todos los meses, en cuanto cobraba su sueldo, les compraba zapatillas, guardapolvos y útiles escolares. Su nombre junto a otros desaparecidos aparece en un mural inserto en la Facultad de Ciencias Políticas y Comunicación Social de Rosario y que se titula “Homenaje a la Resistencia”.