Santafecino, nació en Armstrong, un 2 de abril de 1916. Fue el cuarto de seis hermanos. Se casó en 1945 y tuvo 3 hijos. La del medio, María Eva, fue ahijada de Perón y Evita. Por provenir de un hogar muy humilde debió salir a trabajar desde muy jovencito. Por ejemplo, en tanto iba a la escuela levantaba la cosecha del maíz en el campo. Comienza a mostrarse dúctil para los deportes y a sobresalir en atletismo, empezando a ganar carrera tras carrera. Se entrenaba volviendo a su casa corriendo desde su empleo en Vialidad Nacional. Las marcas que va alcanzando, hacen que compita a nivel nacional con éxito. En toda su performance, Delfo Cabrera, sobre un total de 210 competencias, conquistó 106, fue segundo en 63 y tercero en 22. Afiliado al Partido Peronista, fue paradigma del proyecto nacional y popular en el deporte. Dirá Delfo: “El atletismo era hasta ese momento un deporte relegado. El General Perón dispuso que fueran a Londres todos los deportistas argentinos que pudieran hacer marcas mínimas. Entre esos deportistas me encontraba yo. Uno de los opositores que siempre tiene nuestro deporte y que no están armados de nuestra filosofía política, apostó una cena a que ninguno de los tres maratonistas (argentinos) merecían haber llegado a Inglaterra; sin embargo, ocuparon el primero, quinto y noveno lugar, escribiendo una de las páginas más brillantes del deporte argentino. Y esto se le debe exclusivamente a Perón”. Lo dicho: en la Maratón de las Olimpíadas de Londres salió en primer lugar, conquistando la medalla de oro y relegando a un quinteto de candidatos. Fue el 7 de agosto de 1948. Posteriormente, Cabrera, pagará un alto precio por su lealtad a Perón y a las banderas peronistas. A partir de 1955 su nombre integra una lista de prohibidos confeccionada por los “libertadores” setembrinos. Además de ser despedido del Cuerpo de Bomberos donde trabajaba, se le impedirá participar de los juegos olímpicos del año siguiente. Siguió fiel a sus convicciones políticas, resistiendo a los “gorilas” de turno. Solamente consiguió trabajo como maestranza en el Jardín Botánico. Recién en 1973, durante la presidencia del Dr. Héctor José Cámpora, se le devolverá su rango en el Cuerpo de Bomberos. Delfo Cabrera dejó de existir el 2 de agosto de 1981 en un accidente automovilístico en Alberti, provincia de Buenos Aires. Como bien dice uno de sus biógrafos (Osvaldo Jara): “Al ser uno de los emblemas del peronismo fue un personaje eclipsado para la historia. Hoy se lo recuerda por sus hazañas deportivas, pero no como militante político, aspecto inescindible de su personalidad”.