Roberto
Baschetti

Caffatti, Jorge Norberto

“El Turco”; “Aníbal” y también “Asdrubal”. Porteño de Parque Patricios, donde vio por primera vez la luz, el 5 de agosto de 1943. “El Turco” estudió su secundario en el Colegio Mariano Acosta. Militante de Tacuara, a través del Comando “17 de Octubre” y luego de la ruptura, engrosó las filas del Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT); la primera guerrilla urbana de la Argentina. Detenido el 24 de marzo de 1964, por haber participado en el asalto al Policlínico Bancario – agosto, 1963; tenía 20 años- fue condenado a 18 años de prisión. Aún desde la cárcel fue uno de los líderes y referentes de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Salió con la amnistía presidencial del 25 de mayo de 1973. Y entre esa liberación y su muerte –período “democrático” del ’73 al ‘76- escapó dos veces de volver a ser prisionero. La primera en Rosario cuando en los tribunales, pidió permiso para mear y su custodio aprovechó para imitarlo, entonces como un gamo saltó a la calle, y se tomó el primer colectivo que pasó; la segunda, cuando detenido nuevamente, era trasladado por personal policial a Buenos Aires por una causa abierta en su contra: sus compañeros guerrilleros lo rescataron a punta de pistola. Poseedor de una notable capacidad intelectual, la complejidad y abstracción de sus análisis políticos, lo hacían a veces inentendible aún para sus propios compañeros. En las FAP es el principal impulsor del Proceso de Homogeneización Político Compulsivo (PHPC), que intentaba dar coherencia política e ideológica a una organización heterogénea como las FAP. El análisis histórico que conllevaba este proceso, es probablemente, el más profundo y completo que se haya hecho del Movimiento Peronista y en particular de sus sectores combativos y revolucionarios. Claro que una cosa es la teoría y otra la práctica, especialmente en una coyuntura tan dinámica como la de 1972. En ese año, las FAP, sumergidas en una práctica internista paralizante, entran en crisis, perdiendo numerosos cuadros y algunos frentes de masas, que emigran en su mayor parte a Montoneros. La organización rechaza el inmovilismo de esa “práctica teórica” y Caffatti, muy cuestionado, se separa de la “orga” junto a un pequeño grupo, que sería conocido como “los iluminados”; todo esto sin cortar los lazos que lo ligan a algunos compañeros, como el “Negro” Villaflor, con quien sigue manteniendo discusiones políticas. Ese vínculo, permite luego, el reingreso en las FAP de Caffatti y de la mayor parte de su grupo a mediados de 1973. Allí trabaja entonces en el desarrollo de una propuesta denominada “poder obrero”, poniendo el eje de la construcción en los sectores más avanzados de la clase obrera peronista, con buenos resultados en frente fabriles como los de La Hidrófila y “Bagley. Pero las diferencias políticas perduran y el sector de Caffatti se separa definitivamente a mediados del ’76.