“Tomasito”. Tenía 36 años y 3 hijos (Graciela, Miguel y Ricardo). Chofer en un camión, pasó antes por la Prefectura Nacional. Cuando se casó se fue a vivir al barrio proletario de Villa Concepción, partido de San Andrés, provincia de Buenos Aires, lugar donde lo terminaron secuestrando. Allí hizo amigos, se introdujo en política, y comenzó a militar en el peronismo. Tipo alegre, gustaba de disfrazarse y jugar en los carnavales en verdaderas batallas con baldes de agua, bombitas y pomos. Dice su mujer Leticia “Esperé su regreso por años, después me di cuenta que no iba a volver, también pensé mucho en que le habrán hecho, dónde habrá estado. A mí me sigue el dolor y la angustia a pesar de que pasaron muchos años. La gente ahora empezó a entender por qué luchaban ellos. Tomás con los otros compañeros del barrio eran solidarios con la gente más humilde; pedían mercadería por el barrio, prendían un fogón y hacían ollas populares. Los actos que se hacen para recordarlos me gustan porque siento que no tenemos que olvidar”. Canataro, fue secuestrado-desaparecido el 3 de agosto de 1978 en su domicilio.