Casado con Susana Surraco Britos (con la que tuvo dos hijos: Pablo y Mariana), estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras en tanto trabajaba en la fábrica de jugos Sasetru. El día 30 de septiembre de 1977, un grupo de tareas de las FF.AA. se llevó, maniatados y encapuchados, a Rodolfo (25 años) y a su cuñado Eduardo Surraco Britos (militante en el ERP 22 de Agosto), del domicilio de Pasco 1517, 4º A. Rodolfo Casares militó en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y trabajó con algunas madres de desaparecidos, para que se supiera la verdad de lo que estaba pasando. Eso le valió la muerte. Visto en el CCD Club Atlético antes de su asesinato. Su nombre está en uno de los 71 árboles que se plantaron recordando a otros tantos compañeros del Barrio de San Cristóbal, caídos en pos de la revolución. Trabajó en el Registro Nacional de las Personas, e Inés Fernández Mouján lo recuerda, entre otras cosas tan queribles como sorprendentes, porque todo el año, en verano o en invierno, calzaba alpargatas sin medias.