“Cata”. La familia paterna provenía de Italia, aunque su padre nació en Argentina. Raquel nació el 8 de noviembre de 1957. Luego de vivir 10 años en la localidad de Humberto Primo, la familia se trasladó a la ciudad de Santa Fe en busca de un futuro más próspero. El secundario lo cursó en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe egresando con el título de Maestra Normal Nacional. En ese establecimiento educativo se conformó un grupo de estudio y reflexión compuesto por alumnas (Raquel, entre ellas) monjas (la Hermana Guillermina) y sacerdotes tercermundistas (Cacho Boero y Alberga, son dos ejemplos). Se tomó una decisión: realizar una cooperativa en el Norte del Chaco con el fin de ayudar a los más postergados en la escala social, que eran explotados con la producción del quebracho: hasta ese momento los terratenientes le compraban los postes y se los cambiaban por vales de comida. Allí organizaron un aserradero, les compraban los postes a los lugareños, los terminaban en el aserradero, a aquellos les pagaban lo que valían y a su vez compraban mercadería a mayoristas y se la vendían a bajo precio; es decir le arruinaron el negocio a unos cuantos. En conjunción con esta idea y con el fin de dar soluciones a los nativos del lugar, Raquel estudió en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) la carrera de Técnicas Sanitarias de 2 años de duración. Así pudo atender la salud de los indígenas, muchos de ellos afectados de tuberculosis y además les enseñaba cómo combatir la vinchuca por el Mal de Chagas. Así mismo se desempeñó como maestra alfabetizadora en ese medio. Cuando las Ligas Agrarias comenzaron a enfrentarse a la explotación de Bunge & Born, empezaron los problemas. La cuestión principal era el precio del algodón, ya que la multinacional siempre buscaba excusas para pagarlo más barato: que estaba sucio, que tenía plagas, etc. Fueron perseguidos y debieron esconderse en el monte con la ayuda de los lugareños en donde vivieron en forma clandestina. Ella volvió a Santa Fe con el embarazo a cuestas de su hijo Martín. Consiguió trabajo en una escuela de Villa Yapeyú que no duró mucho porque la alertaron de que había orden de apresarla. Su próximo paso fue ir a Caleta Olivia (Santa Cruz) a casa de unos familiares hasta que se fue a Buenos Aires y se quedó habitando ahí en compañía de Armando Molina (con el que se había casado en 1974. Ver su registro) y su pequeño Martín. Raquel Cattáneo fue militante de las Ligas Agrarias y el peronismo revolucionario montonero. Resultó secuestrada-desaparecida a la edad de 21 años, en San Isidro, provincia de Buenos Aires, el 21 de junio de 1979, en el marco de la contraofensiva partidaria.