Roberto
Baschetti

Cepernic, Jorge

Nació en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz el 23 de febrero de 1915, descendiente de una familia croata. Los que tenían más confianza con él, sobre todo los pibes de la J.P. le decían “Manón” por sus grandes manos. Fue peronista desde la primera hora. Caído Perón en 1955, como integrante de la Resistencia Peronista, tuvo actuación destacada, aunque oculta, en la planificación y ejecución que terminó con la exitosa fuga de prisioneros políticos peronistas desde esa provincia a Chile en 1957, entre los que se contaban Cooke, Cámpora y Jorge Antonio. Cepernic fue activo protagonista de la consigna “Luche y Vuelve” (1972) en todo el sur de nuestra patria y el 25 de mayo de 1973, en representación del peronismo, integrante principal del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) accedió a la gobernación de aquella provincia sureña con el 47% de los votos emitidos. Una de las medidas de gobierno que hizo saber en su plataforma electoral y que no pudo llevar adelante por la enconada negativa de la derecha partidaria y otros sectores económicos provinciales, era la expropiación lisa y llana de uno de los más grandes campos patagónicos, (650.000 hectáreas en su provincia), cuyo titular era una misteriosa SheepFarming Company, propiedad de la corona británica y por ende de “Su Majestad” Isabel II. Enfrentado a la política nefasta de María Estela Martínez de Perón y “el Brujo” José López Rega, fue destituido de la gobernación en 1974, luego de la muerte del Líder, que siempre lo reconoció con afecto y estima y al cual tenía llegada directa. Jorge Cepernic fue parte de la estructura del Partido (Peronista) Auténtico, ligado a Montoneros y levantado con el fin de no permitir el vaciamiento del peronismo. La última dictadura cívico-militar lo secuestró en un cine junto al sindicalista Mario Aguirre y ambos fueron a parar al penal militar de Magdalena. Luego de 5 años lo largaron, pero sufrió arresto domiciliario hasta el regreso de la democracia y estuvo inhabilitado para usar sus bienes entre 1976 y 1981. Aguirre, sindicalista, que compartía con Don Jorge un departamento chiquito en la clandestinidad, me contó una anécdota muy graciosa al respecto. Dice que el mismo día que lo detienen, antes por la tarde suena el portero eléctrico y les habilitan la entrada a dos trabajadores de Entel que venía a arreglar el teléfono que misteriosamente de un día para el otro se había quedado sin tono. Pasan, trabajan, arreglan rápidamente el inconveniente y estos dos tipos se van. Por la noche Mario y Jorge se meten en un cine para ver una película y cuando están sacando las entradas, Don Jorge le dice a Mario: “Uy, mirá que casualidad, las dos personas que nos arreglaron el teléfono también están en el cine y se ve que se acuerdan de nosotros porque ya nos miraron un par de veces”. Mario más pragmático, le dijo: “Jorge son servicios y estamos en el horno”: tal cual, se los llevaron del cine. Siempre se dijo que los militares tenían una cuenta pendiente con Cepernic, porque éste oportunamente, había facilitado todas las comodidades para que Osvaldo Bayer filmara su película “La Patagonia Rebelde” a través de la cual como se sabe se denuncia la matanza de peones rurales por parte del Ejército Argentino en defensa de los grandes grupos terratenientes que a toda costa quería impedir la sindicalización de aquellos trabajadores. El regreso de la democracia en 1983, lo encontró de vuelta del lado de las mayorías populares y abogó por el sentido que debía tener el peronismo como instrumento de liberación nacional; cuando afirmó: “Tras esa anhelada unidad y precisamente por ello, es que me opongo dentro del Movimiento Peronista al contubernio de cúpulas. Así como reclamo el derecho de las bases a la elección de las autoridades partidarias, de los candidatos para los cargos electivos, e incluso, la discusión partidaria en ‘cabildo abierto’ para el análisis de un programa de gobierno. No sé si estoy sólo en esta, mi vocación profundamente humanista, cristiana, americanista y revolucionaria. Esta vocación me significó la cárcel durante la dictadura militar, sospechado de ‘subversivo’. Pero declaro públicamente que si luchar por la reivindicación de las mayorías desamparadas, que son nuestros hermanos en Cristo, significa ser subversivo, entonces yo soy subversivo”. A la edad de 95 años, Don Jorge Cepernic, falleció en su ciudad natal el domingo 18 de marzo de 2010. “No solamente es un ex gobernador constitucional, es un símbolo para todos nosotros, un símbolo de la dignidad, de la historia, de la lucha contra la adversidad y también de las tragedias que vivimos los argentinos y el sufrimiento que él tuvo que tener solamente por haber sido leal a sus ideas y a sus convicciones” dijo no hace mucho, nuestra presidenta constitucional Cristina Fernández de Kirchner. En su provincia natal, ocurrido su deceso, el comentario fue unánime: “Murió un patriota”; “Fue un peronista de ley”; “Se nos fue un hombre revolucionario”. Cabe acotar que, ya siendo octogenario, su interés por la política seguía firme, a punto tal que fue uno de los fundadores del “Grupo Calafate” que impulsó la candidatura de Néstor Kirchner cuando éste era aún, un ilustre desconocido para el resto del país. Cepernic dejó por escrito su voluntad de que no mandaran flores a su velorio; que el dinero lo destinaran a obras en la Escuela EGB 33, fundada por su mujer oportunamente.