“Darío”. “Tito”. “El Ruso”. Nació en la ciudad de Buenos Aires el 15 de octubre de 1951. La primaria la hizo en la escuela Bernasconi y la secundaria en un colegio nocturno. Estudiante de Psicología, en dicha facultad conoce a Alicia con quien se casará en 1974, siendo ella la madre de sus dos hijos: Mariana y Agustín. En su querido barrio de San Cristóbal, organiza una Unidad Básica (La “Mario Brión”; próxima a Catamarca y avenida Pavón) y luego la Agrupación del Partido Peronista Auténtico en la zona. Secuestrado-desaparecido el 2 de octubre de 1978, aproximadamente a las 19,30 hs. en la carnicería donde trabajaba (Paunero y Las Heras) de ésta Capital. Pasó por “El Olimpo” y la ESMA. Durante su cautiverio fue exhaustivamente interrogado sobre la relación con una amiga suya, hija del General Numa Laplane. Cetrángolo, militante peronista y montonero en el área de Logística de Capital Federal, sigue desaparecido. Este texto está tomado de uno de sus poemas: “Odio al odiar/lo que se esconde/lo que se miente/y lo mezquino/estoy por fin con mi destino/de ser libre a pesar de la muerte/y aunque a veces débil/a veces fuerte/recuerdo el tiempo ido/y soy mañana/y se me escapa/en cada poro un grito/para los hombres/que todavía esperan/y los insto a que su mal destapen/y que de pie/aunque la tierra se abra/levanten con decisión su cruz”. Carlos “Kike” Muñoz, sobreviviente, lo recuerda de este modo: “Era un militante bohemio y brillante, un jefe montonero afectuoso y comprometido, alejado de toda veleidad y que hizo de su casa una continuación de la Unidad Básica. Lo vi por última vez en el altillo (capuchita) del casino de oficiales de la ESMA a fines de noviembre, estando yo también secuestrado, y allí, con las dificultades propias de grilletes y cadenas, nos dimos el último abrazo. Querido Ruso, llevamos tu nombre como bandera a la victoria ¡¡Hasta la victoria siempre!!”.