El “Negro” Chaves nació el 18 de julio de 1913 en General Guido, provincia de Buenos Aires. Bibliotecario. Fue concejal del Partido Peronista. Afiliado a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y secretario general de la misma en Azul, provincia de Buenos Aires. También delegado regional de la CGT. Caído Perón se suma a la incipiente resistencia. Fue asesinado a quemarropa (disparos de ametralladora, tiros de 45 en la cabeza a posteriori y bayonetazos en sus piernas) en la noche del 22 de septiembre de 1955 por un comando armado que asaltó su casa al mando de un teniente de navío llamado Carlos Alberto Heredia que se identificó como fuerzas de la “Revolución Libertadora” y que aseguraba, buscaba armas. El oficial de marina iba acompañado por tropa a su mando y civiles armados “gorilas” tales como Marcos Aguirre. Las enfermeras que estaban de guardia en el sanatorio donde llevaron su cadáver aseveran que los asesinos se quemaron con un cigarrillo y se retorcieron la piel para decir que Chaves les había disparado y que ellos contestaron la agresión. Manuel Víctor Chaves dejó 4 hijos: Rubén Omar, Manuel Oscar, Carlos Ovidio y Angélica Amalia. Poco tiempo después, Perón hizo mención en uno de sus mensajes al pueblo argentino, sobre los fusilados de junio de 1956 y en la ocasión, recordó expresamente a Chaves como un gremialista de fuste “otro de los mártires asesinados por defender nuestra causa, que no han muerto en vano, pues hay un pueblo en cuya memoria están indeleblemente inscriptos sus nombres”.